Acariciar a tu perro es un momento de ternura para ti, pero también para tu fiel compañero. En otras palabras, este gesto es sinónimo de un momento de placer y complicidad. Sin embargo, si no sabes cómo hacerlo, o si tu perro no quiere ser acariciado, las caricias pueden ser muy desagradables para tu perro. Por ello, te enseñaremos a acariciar a un perro correctamente para que pueda disfrutar del contacto.
En primer lugar, asegúrate de que el perro es lo suficientemente táctil como para disfrutar de las caricias
Las caricias son casi automáticas para las personas que quieren complacer a un perro. Sin embargo, esto no siempre es una buena idea, ya que no todos los perros son táctiles o aprecian las caricias de la misma manera. A algunos perros les encanta que los acaricien, mientras que otros son más reacios. Los perros no ven el contacto físico de la misma manera que nosotros.
Cuando los dueños acarician constantemente a un perro al que no le gusta que le toquen, pueden animarle a alejarse de ellos cuando lo llaman. Este gesto, aunque hecho con cariño, puede hacer que el perro muestre signos de agresividad. Por lo tanto, antes de acariciar a un perro, debes asegurarte de que este tipo de contacto realmente le agrade. Y que no es el tipo de animal que rehúye el contacto físico.
Para ello, tómate el tiempo de observar su comportamiento. Dale un abrazo, detente y aléjate para ver cómo reacciona. Si vuelve acurrucándose a ti, tumbándose de espaldas, empujando suavemente tu mano o insistiendo en que continúes. Está disfrutando de la caricia. En este caso, puedes acariciarlo todo lo que quieras.
En cambio, si prefiere quedarse en su rincón, es posible que sea menos ferviente a tus caricias. Es mejor no insistir, ya que esto podría asustarle o incluso irritarle. En este caso, primero hay que tranquilizarlo dándole una golosina, por ejemplo. Jugando con él, o haciéndole un cumplido. Verás que, con el paso del tiempo, estará más dispuesto a aceptar tus caricias. No hay que olvidar que un perro necesita tiempo para prepararse para el contacto físico.
El hecho de que un perro aprecie menos las caricias no lo convierte en un animal peligroso. En la mayoría de los casos, este comportamiento puede ser un signo de abusos anteriores. Esto puede haber hecho que pierda la confianza en los humanos. Así, las personas que adoptan un perro cuya historia desconocen se encuentran a menudo con un animal que rehúye el contacto físico.
Acariciar a un perro: el enfoque y los gestos adecuados
Antes de acariciar a un perro, a menos que sepas perfectamente que le gustan los mimos y las caricias, el primer reflejo que debes tener es, por supuesto, pedirle permiso. Para ello, debes extender la mano hacia el perro, con la palma abierta, a la altura de su nariz. Si el perro se acerca a ti y siente tu mano, sin ninguna señal de evasión, entonces está preparado para recibir tus caricias. De lo contrario, si gira la cabeza hacia un lado, es mejor evitar cualquier contacto físico. Porque se trata de un perro al que no le gusta que le toquen. En este caso, debes ir paso a paso con él. Para ganar su confianza poco a poco.
Una vez realizado este paso, puedes proceder a acariciar al perro si éste te ha dado luz verde. Pero aún así debes saber cómo vas a proceder, ya que al igual que tú, el perro es sensible y tiene preferencias. Así que, en cualquier caso, para que acepte y aprecie tus caricias, debes hacerlas tranquilizadoras y reconfortantes. No debes ser incómodo, intrusivo o áspero.
Empieza por acariciarle suavemente en la garganta o bajo el cuello, con movimientos lentos y suaves. Sobre todo, evite acariciar directamente la cabeza. Dado que un perro suele reaccionar a una mano que se acerca desde arriba, las palmaditas en la cabeza son, en la mayoría de los casos, uno de los gestos de afecto más molestos para un perro. Si el perro no está acostumbrado, es mejor evitar este gesto. Ahora que tu mano está bajo el cuello del perro, asegúrate de que el perro está dispuesto a ser acariciado. Hay ciertas señales que te harán saber si el perro aprecia menos tus caricias:
- Mueve la cabeza hacia otro lado,
- Lamido repetido de la nariz,
- Retirada repentina,
- Bostezo,
- Curvatura de los labios (el perro muestra sus colmillos),
- Orejas curvadas hacia atrás y gruñendo,
- Huye.
Si se malinterpreta el lenguaje del perro
En caso de que estas señales no funcionen, el perro tendrá que hacerte saber que no aprecia tus caricias. Esta vez de forma más directa y drástica. Por ejemplo, si, a pesar de que te ha dado una de estas señales, sigues insistiendo. Puede regañarte severamente, morderte en el vacío (marcarte) o morderte directamente para hacerte saber que quiere que le dejen en paz. Por eso, cuando un perro te envía una primera señal de no consentimiento, lo mejor es respetarla antes de que la situación se vaya de las manos.
En cambio, si abre la boca, entrecierra los ojos, mueve la cola y saca la lengua, es porque se siente cómodo contigo. Se siente reconfortado y te lo muestra para invitarte a continuar. En este caso, puedes probar diferentes tipos de caricias y averiguar cuál o cuáles prefiere él:
- Acariciar las orejas,
- Amasar,
- Acariciar profunda o superficialmente,
- Rascarle diferentes partes del cuerpo.
Ahora que se siente tranquilo, identifica cada zona en la que le gusta que le acaricien. Mientras que la nuca, la cabeza y la espalda suelen ser un problema, el perro suele disfrutar ser acariciado y rascado en todas las demás partes. Para complacerlo, puedes acariciar sus flancos, su barbilla, su pecho y su vientre.
¿Cuándo no se debe acariciar a un perro?
Como hemos dicho antes, hay que evitar acariciar a un perro cuando no quiere ser acariciado. Por otro lado, el comportamiento de tu perro puede mostrar una demanda de atención y caricias. En este caso, las caricias pueden utilizarse con fines de adiestramiento, especialmente como recompensa por obedecer una orden. Sobre esta base, nunca debes acariciar a tu perro después de un mal comportamiento, ya que esto le animará a repetirlo. También hay que evitar las caricias:
- Si quieres calmar a tu perro cuando va con la correa, es muy reactivo,
- Si tu perro te salta encima, ya que esto puede validar el comportamiento,
- Cuando tu perro está estresado o ansioso, a menos que quieras legitimar su emoción,
- Cuando está descansando en su cesta,
- Cuando está comiendo.
Además, cuando un perro sufre un dolor intenso o un shock (epilepsia, traumatismo, etc.), es mejor dejar de acariciarlo. En ese momento, podría tener dificultades para diferenciar entre tus buenas intenciones y el peligro. Esto sin duda lo llevaría a embrutecerse y, por lo tanto, a morderte. Así que, para acariciar a un perro, debes, en cierto modo, pedir su aprobación. Para saber si aprecia el gesto o no.