En cuanto dejas de estar en su campo de visión, ¿tu perro empieza a quejarse? ¿Rompe los muebles del salón o los cojines en tu ausencia? Es probable que tu perro sufra lo que los conductistas llaman ansiedad por separación. Este trastorno del comportamiento se manifiesta a través de señales claramente visibles, pero su causa es a veces difícil de identificar. Te ayudaremos a entender la causa de la ansiedad de tu perro y le ayudaremos a separarse de ti con tranquilidad.
¿Cómo se reconoce la ansiedad por separación en los perros?
La ansiedad por separación puede manifestarse de muchas maneras dependiendo de la personalidad de tu perro, pero hay algunos síntomas que deberían alertarle.
Comportamiento inusual en tu ausencia
Sales de casa para ir a trabajar y cuando vuelves es como si hubiera pasado un huracán. Este comportamiento destructivo es uno de los síntomas más comunes de la ansiedad por separación en los perros. Cuando no estás, tu perro te busca. Para canalizar su angustia, tiende a arremeter contra los objetos que le recuerdan a su amo. Cualquier cosa que tenga su olor es susceptible de sucumbir, especialmente la ropa y los zapatos.
También es frecuente que el perro exprese su angustia ladrando, o llorando. Estas vocalizaciones las utiliza para llamarte, como si llamara a su madre. Es inútil regañarle, ya que esto sólo empeorará la situación. El castigo es igual de contraproducente si empieza a hacer sus necesidades en todas partes cuando estás fuera de casa.
Tampoco bastará una reprimenda para aplacar un comportamiento compulsivo, como el de un perro que se lame las patas a cada paso. Esta actividad sustitutiva, cuando parece rozar lo obsesivo, suele ser un signo de ansiedad difusa en tu mascota.
Pegajoso en tu presencia
Tu perro reclama constantemente tu atención, pide que lo acaricien y lo abracen. La ansiedad por separación no siempre se produce cuando te separas de tu perro durante largas horas. A veces, una simple ausencia momentánea es suficiente para provocar ansiedad, ya sea por el miedo al abandono o por un trauma del pasado.
El comportamiento excesivamente cariñoso puede parecer bonito al principio, pero esta necesidad constante de estar a tu lado no es normal. Es especialmente preocupante cuando tu mascota interrumpe su comida o su siesta para seguirte. Este hiperapego es un obstáculo para la necesidad natural de independencia de tu perro, que necesita aprender a ser autosuficiente para estar perfectamente equilibrado.
La ansiedad por separación en los perros: ¿qué la provoca?
La ansiedad de tu perro puede tener muchas causas, desde un exceso de atención hasta malos hábitos que conducen a la dependencia emocional.
Mi perro es objeto de excesiva atención
Desde su nacimiento, el perro forma un vínculo de apego muy fuerte con su entorno. Primero depende de su madre y luego de los miembros de su familia de acogida. Este vínculo es esencial para que crezca de forma segura y equilibrada. Para desarrollar su autonomía, el cachorro debe, no obstante, aprender a desprenderse gradualmente. Por esta razón, su madre lo aleja cada vez con más frecuencia hasta que llega a la pubertad.
En la práctica, muchos propietarios se desvían de esta pauta prestando demasiada atención a su perro. El equilibrio entre el afecto y la intransigencia puede ser precario, pero tu perro necesita firmeza para prosperar y encontrar el lugar que le corresponde. Algunos reflejos bienintencionados pueden incluso hacerle dependiente, como dejarle dormir en la cama conyugal. Si eres su único punto de referencia, tu perro estará aún más confundido cuando lo dejes.
Una rutina al salir de casa
Para ayudar a tu perro a afrontar la separación, es tentador establecer pequeños rituales al salir de casa. Algunos propietarios intentarán tranquilizar a su perro hablándole suavemente, otros explicándole que no se van a ir por mucho tiempo. Sin embargo, sacralizar la salida y el regreso a casa suele tener el efecto contrario.
La ansiedad de tu perro aumenta cuando se da cuenta de que estás a punto de marcharte. Agitar las llaves y ponerse el abrigo se convierten en señales de que estás a punto de salir y en factores de estrés. Tu perro puede mostrar entonces su ansiedad a través de signos físicos, como una salivación excesiva, un temblor incontrolado o una actitud postrada.
¿Qué puedo hacer para curar la ansiedad por separación de mi perro?
Calmar la ansiedad de tu perro es esencial para su bienestar, pero también para el tuyo. Para dejarlo solo en casa con total tranquilidad, es necesario un cambio de actitud.
Responder a todas las peticiones de tu perro es la forma más segura de reforzar su dependencia. ¿Te apresuras a acudir a él en cuanto ladra o se queja? Aunque le regañes, tu perro percibirá que su estrategia ha funcionado porque ahora estás a su lado. Depende de ti, su propietario, mantener la iniciativa de contacto. Por supuesto, no tienes que rechazarlo todo el tiempo. Intenta ignorarlo de vez en cuando, para acariciarlo o jugar con él unos minutos después.
Y lo que es más difícil, resiste el impulso de reñirle nada más volver. Recuerda que tu perro es consciente sobre todo del momento presente y puede que no establezca la conexión con algo que haya ocurrido minutos u horas antes. Si discutes con tu perro por algo que ha sucedido varias horas antes, es posible que no entienda por qué estás enfadado. Para evitar la angustia, lo mejor es ignorarle temporalmente y limpiar su desorden fuera de la vista.
Facilitar la transición a la salida y al regreso
Antes de salir de casa, ignora a tu perro entre 15 y 30 minutos. Acostumbrándolo a esto de forma natural, tu perro dejará de pensar en tu partida como un momento de no contacto.
Puedes desacondicionarlo con unos simples ejercicios. Asocie los gestos de salida con rutinas normales, como coger las llaves y salir por la puerta unos minutos antes de volver, o atarte los zapatos sin salir de casa. Con la práctica repetida, tu perro aprenderá a integrar estas acciones rutinarias en su vida diaria. Si además le das a tu perro una golosina cuando se vaya, pronto verá tu ausencia de forma más positiva.
Haz lo mismo cuando vuelvas, evitando responder a sus peticiones nada más entrar por la puerta. Tómate el tiempo necesario para quitarte los zapatos, consultar el correo o simplemente sentarte en el sofá durante unos minutos. Es mejor esperar a que tu perro se haya calmado antes de acariciarlo y atenderlo, pues de lo contrario fomentarás su comportamiento.
Tratar la ansiedad por separación del perro con métodos naturales
Para los perros con ansiedad, existen métodos más suaves que la medicación para la ansiedad. Además del control del comportamiento, puedes utilizar la homeopatía bajo el consejo de un veterinario homeópata. El tratamiento fitoterapéutico también puede utilizarse para aliviar la ansiedad de tu perro, mediante decocciones o suplementos de hierbas. De nuevo, busca primero el consejo de un experto.
Si la ansiedad por separación de tu perro persiste, debes pedir consejo a un adiestrador de perros. Este especialista en comportamiento te ayudará a identificar las causas del malestar de tu perro antes de iniciar la terapia de rehabilitación. Dependiendo de la gravedad del problema, un veterinario también puede prescribir un tratamiento médico adicional.