Con o sin razón, un perro que no bebe o bebe muy poco es una fuente constante de preocupación para sus dueños. Sin embargo, es importante distinguir entre una hidratación deficiente y una falta total de hidratación. En este último caso, lo mejor es consultar rápidamente a un veterinario. Si, por el contrario, tu perro bebe, pero sólo un poco, ¡encontrarás en este artículo lo que hay que hacer de forma ocasional o diaria para acabar con este problema!
¿Por qué mi perro no bebe?
Dado que una buena hidratación en los perros es signo de vitalidad, es más que legítimo preguntarse tanto por las consecuencias de una mala hidratación como por su origen. Si te haces las preguntas adecuadas, podrás reaccionar de la manera más apropiada.
Tu perro no bebe nunca o bebe muy poco: las causas
Los animales no son tan diferentes de los humanos en este sentido, por lo que si tu perro deja de beber de repente, lamentablemente no es una buena señal. Los motivos pueden ser físicos o psicológicos: accidente, insolación, enfermedad, obstrucción o estrés.
Sea cual sea el motivo, si el estado general de tu mascota empeora o si tienes la más mínima duda, lo mejor es consultar urgentemente a un veterinario. Sólo un profesional podrá hacer el diagnóstico correcto y, sobre todo, rehidratar a tu perro poniéndole un gotero. Cuanto antes actúes, más eficazmente podrás intervenir. Y si temes el coste de estos cuidados, debes saber que muchas asociaciones pueden ayudarte en caso de dificultades económicas reales. Habla abiertamente con el profesional sanitario de tu mascota.
Tu perro no bebe tanto como de costumbre
Que a tu perro le resulte fácil o no levantarse del sofá no es el verdadero problema. Lo que necesitas saber es si tu comportamiento te parece diferente. ¿De repente tu perro bebe mucho menos o mucho más? En cualquier caso, cualquier cambio en los hábitos de tu mascota debería ser una señal de alarma.
En ausencia de razones lógicas y válidas (medicación, ingestión de alimentos muy húmedos, etc.), puede ser más que oportuno comprobar su estado general de salud; o incluso someterle a una vigilancia reforzada si, al cabo de 24 horas, la situación no se ha normalizado.
¿Cuáles son los signos de deshidratación?
Puede que encuentres a tu perro extrañamente tranquilo, que busque la sombra o el frescor, o que tengas la sensación de que se mueve de manera diferente. Puede jadear ruidosamente, lamerse con frecuencia los labios, su piel, materiales u objetos y suele mantener los ojos semicerrados. En el peor de los casos, puede tambalearse, estar completamente apático y ya no parecer ni ser capaz de mantenerse en pie.
Para asegurarte de que tu mascota está hidratada, comprueba que sus encías son de color salmón o que aparece una mancha blanquecina que desaparece casi inmediatamente al poner el dedo sobre ella. También puedes tomar un pliegue de piel, idealmente en el pecho o a lo largo del hombro, y asegurarse de que, una vez liberado, vuelve a su posición original en 3 segundos.
¿Qué causa la deshidratación?
La deshidratación es muy perjudicial para el perro si no se trata a tiempo y tiene muchas causas. Puede producirse como síntoma de una enfermedad, como diabetes, disfunción renal, carencia de minerales, problemas neuronales, pero también puede estar causada por vómitos o diarrea o por una infección con fiebre.
También puede deberse a un factor material: falta de agua o de agua potable, exposición directa y/o prolongada al sol o a altas temperaturas, mantenimiento en un lugar cerrado sin ventilación. Por último, un perro sometido a estrés, ansiedad o depresión puede dejar de comer y beber.
Ayudar a tu perro a beber mejor en cualquier circunstancia
Tanto si lo conviertes en un ritual como si no, hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a la dieta de tu perro. Ya sea en casa o fuera de ella, toma las medidas adecuadas para cuidar la salud de tu perro y evitar cualquier riesgo de disfunción física a corto o largo plazo.
Algunos consejos y trucos
Hay una serie de consejos para animar a un perro con un bajo consumo de agua a beber correctamente a diario. Lo más divertido, y probablemente lo más popular entre los dueños de perros, es utilizar una fuente de agua para perros. La idea es proporcionar agua siempre fresca y limpia que permita una mejor evaporación del cloro (si se utiliza agua del grifo). En el caso de los perros, este sistema no es tan conocido como en el de los gatos.
Debido a sus experiencias, pero también a su raza, algunos perros son más miedosos que otros. Suele ser el caso de perros abandonados o de perros lobo que, por miedo o desconfianza, preferirán quedarse sin nada antes que exponerse a una situación amenazadora. Y cualquier objeto que se mueva por sí mismo forma parte de esta situación.
Así que hay algunas cosas que puedes probar:
- Utilizar platos en lugar de cuencos (menos profundos y más abiertos)
- Utilizar un recipiente fijo o pesado que no se mueva o que esté hecho de un material natural (piedra o madera)
- Cambiar el agua al menos una vez al día
- No añadas ningún producto y déjala reposar para que no huela a cloro
- Ofrecer diferentes tipos de agua: del grifo, de lluvia, de manantial o mineral
- Que otro perro dé ejemplo
- Dejar remojadas algunas croquetas u otras golosinas que le guste comer
- Intenta convencerlo hablándole y engatusándolo
- Sé paciente y tendrás muchas posibilidades de éxito.
Busca ayuda profesional si tu perro se niega a beber
Hay muchos profesionales caninos que pueden asesorarte. El más conocido de todos ellos y el primero al que debes llamar normalmente es el veterinario. Sin embargo, hay otros que pueden ofrecerte una buena ayuda con el problema de tu mascota. Tengas o no idea de por qué tu perro no se hidrata correctamente, puede merecer la pena que intervengan otros especialistas.
El especialista en comportamiento animal es probablemente el más indicado para entender por qué tu mascota se niega a beber si no hay una buena razón. Un osteópata para perros también puede ayudar con las disfunciones físicas que puedan estar impidiéndole beber correctamente (diafragma bloqueado, costillas desplazadas, etc.). Dependiendo de la situación, también puedes recurrir a los servicios de un fisioterapeuta canino o de un practicante de Shiatsu canino.
Lo que hay que hacer al aire libre
Muchos perros se niegan a beber fuera de su entorno normal. Sin embargo, este tipo de comportamiento debe corregirse porque pone en peligro a tu mascota. Tanto en un largo paseo como en un viaje, es importante que tu perro pueda mantenerse hidratado, sobre todo en los días más soleados y en las épocas más calurosas del año.
Por eso es buena idea llevar los objetos cotidianos de tu mascota (alfombra, almohada, juguetes, cuencos). Asegúrate de ofrecerle algo de beber cada 4 horas como máximo cuando no tenga libre acceso al agua. Tu presencia y atención también desempeñan un papel importante, especialmente en momentos de estrés. Así pues, si tu perro persiste en no beber durante un viaje largo, ofrécele agua directamente entre tus manos unidas.
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