Es normal preocuparse por la reacción del gato cuando se espera un bebé. Dado que el gato tendrá que convivir con el recién nacido, es necesaria una introducción. La mayoría de las veces, las cosas van muy bien cuando su gato está preparado para el acontecimiento. Hola Mascotas presenta sus recomendaciones para presentar con éxito tu bebé a tu gato.
¿Cómo preparar la llegada del bebé antes del nacimiento?
En cuanto sepas que la llegada de un nuevo bebé es inminente, empieza por hacer cambios en la casa. Por supuesto, es importante prepararse para dar la bienvenida al bebé, pero no olvides preparar también al gato. Introducir nuevos muebles, sonidos y olores en la casa puede alterar a tu gato o gatito.
A los gatos no les gustan mucho los cambios, por lo que es muy recomendable empezar por acostumbrarlos desde el principio a los diversos cambios que conlleva la llegada de un nuevo bebé. Es absolutamente necesario hacerlo antes de presentar al nuevo miembro de la familia.
Cómo acostumbrar a tu gato a los sonidos de bebé
Los gatos son animales que pueden inquietarse fácilmente ante sonidos nuevos en la casa. Los llantos y ruidos de un bebé podrían alterarlo y estresarlo. Por tanto, empieza por prepararlo poco a poco, por ejemplo poniendo grabaciones de llantos y ruidos de bebés.
Para empezar, introduce los sonidos despacio y en voz baja. Aumenta gradualmente el volumen en cuanto veas que tu felino se ha acostumbrado a ellos.
Introducir olores y objetos de bebé
Probablemente sepas que el principal sentido de los felinos es el olfato. Por eso es buena idea introducir olores de bebé en su entorno. No hablamos aún de pañales para bebés, sino de productos para bebés que pronto olerá en su piel: jabones, champús, polvos de talco, lociones para bebés, etc. El gato necesita acostumbrarse a estos productos y asociar su olor con el tuyo familiar. Cuando por fin llegue el nuevo bebé, su olor se considerará «normal».
A los gatos les gusta tener objetos familiares en su entorno. Para ello, tendrás que introducir gradualmente cosas nuevas como cunas, tronas y cochecitos en el entorno del felino mucho antes de que el bebé llegue a tu casa. El gatito necesita acostumbrarse a sus objetos para no sentirse confundido o desorientado. Si no empiezas a introducir objetos pronto, el animal tardará en aceptarlos en su propio espacio.
Deja que el gato visite la habitación preparada para el bebé
Para que el gato se acostumbre a los efectos del bebé, debes dejarle explorar la habitación que has preparado para él. Debe poder entrar a su antojo sin encontrar resistencia.
Los gatos son animales testarudos y curiosos: están especialmente tentados de meterse donde no les dejan. Si les prohíbes entrar en la habitación del bebé, seguro que querrán entrar a explorar. Esto puede ser un problema cuando el bebé está aquí y tienes que abrir la puerta de la habitación con regularidad.
Deja que tu gato o gatito se adentre en la habitación del bebé. Notarás que se frota contra muebles y objetos, impregnándolos con su olor – ¡no le interrumpas! Es un comportamiento natural. Cuando tu gato haya terminado de marcar su territorio, el dormitorio dejará de interesarle. No querrá entrar siempre.
Cuando tu gato esté en la habitación del bebé, naturalmente buscará un lugar cálido y acogedor para echarse la siesta. La cuna parece perfecta para ello. No querrás que tu gato se acostumbre a dormir allí. Así que desaliéntalo rápidamente. La mejor forma de hacerlo es colocar una hoja grande de papel de aluminio sobre el colchón. Esto hará que el colchón sea un lugar desagradable para dormir, porque la textura del papel de aluminio y el ruido son muy molestos para tu gato.
Asegúrate de que tu mascota está feliz y sana
Este paso es esencial antes de pensar en presentarle el bebé a tu gato. Cuando sepas que un nuevo bebé está en camino, el veterinario deberá revisar a tu gato con más regularidad. Asegúrate de que el animal no tiene pulgas y se encuentra en perfecto estado de salud.
A la hora de alimentar y jugar con tu gato, intenta mantener la misma rutina antes y después de la llegada del bebé. Pero si hay que hacer algún cambio (cambiar de sitio el comedero y el bebedero o colocarlos más arriba), hazlo mucho antes de la llegada del bebé. Todas estas precauciones garantizarán que tu gato esté en forma y feliz.
En casa: ¿cómo presento mi bebé a mi gato?
¡Por fin ha llegado el día de la presentación oficial del bebé al gato! Mientras estés en la maternidad, pídele a tu pareja o a alguien cercano que te traiga a casa algunas cosas con el olor del bebé y el tuyo. Así, el gato podrá olerlas y entender que ahora hay un nuevo olor asociado al tuyo.
Cuando llegues a casa, probablemente te entusiasmará la idea de enseñarle tu bebé a tu gato y dejar que lo huela. Sobre todo, no fuerces las presentaciones. Puede que tu gato te ignore por completo, a pesar de tus esfuerzos por presentarle a tu bebé. En ese caso, déjalo estar.
Incluso puede ocurrir que el animal desaparezca por completo durante el alboroto que rodea tu llegada a casa. Si se refugia en un lugar más tranquilo, no le molestes. En algún momento, tomará la iniciativa de venir a conocer al nuevo miembro de la familia. Cuando llegue ese momento, deja que explore y huela a tu bebé. El encuentro debe tener lugar en tu presencia. Evita presentar la cara de tu bebé directamente al gato, y utiliza en su lugar las manos o los pies.
Recién nacidos y gatos que conviven: buenos hábitos
Has conseguido presentar tu bebé a tu gato y ahora viven juntos. Debes adoptar ciertos hábitos para el bienestar del gato y para ayudarle a aceptar al bebé en su espacio. Por ejemplo, nunca debes dejar de jugar con el animal. Cuando estés ocupada/o cuidando del bebé, a veces pide a tu pareja que juegue con el gato y lo acaricie al mismo tiempo. Asociará la presencia del niño con un momento agradable.
Crea un lugar seguro al que el gato pueda retirarse cuando lo necesite. La llegada de un recién nacido significa que tendrás muchas visitas. Un gato sociable se adaptará fácilmente a todo este movimiento. En cambio, si tu gato es tímido o nervioso, puede asustarse y sentirse abrumado. Prepara un rincón tranquilo donde pueda retirarse y mantenerse alejado del tráfico hasta que vuelva la paz a la casa.
Evita mezclar juguetes para bebés y juguetes para gatos. Es cierto que los juguetes para bebés y los juguetes para gatos son sorprendentemente parecidos. Un gato puede acabar con uno de los juguetes de tu hijo y viceversa, sobre todo cuando tu bebé empieza a gatear o a dar sus primeros pasos. Procura mantener siempre separados los juguetes del gato y los del bebé.
También debes extremar las precauciones y la higiene. Lávate las manos cuando el gato te las lama y no dejes que duerma en la misma habitación que el niño. Si es posible, recorta las uñas de tu felino para evitar arañazos accidentales.
Es importante no dejar nunca al niño y a la mascota sin supervisión. No evites todo contacto entre el gato y el recién nacido, ya que puede provocar ansiedad en el primero. Los niños que han convivido con gatos desde pequeños desarrollan una inmunidad más fuerte.