Los gatos necesitan moverse para alimentarse y explorar su entorno. Al igual que en los humanos, ciertos factores pueden provocar una reducción de la movilidad de tu gato, o incluso impedirla por completo. Entre las causas de este cambio en el estilo de vida del gato, la artrosis ocupa un lugar importante. Si no se detecta a tiempo, la artrosis puede tener consecuencias a veces irreversibles para la salud de tu gato. Para ayudarte a tratarla eficazmente, Hola Mascotas te ayuda a comprender mejor la artrosis en los gatos.
¿Qué es la artrosis en los gatos?
La artrosis es una enfermedad articular frecuente en los animales, causada por la destrucción del cartílago que recubre las estructuras articulares. El cartílago es el tejido liso que recubre los extremos óseos de cada articulación y cuya función es facilitar el deslizamiento entre ellas. Es uno de los elementos que facilitan la movilidad de las extremidades por la función vital que desempeña.
La artrosis se caracteriza por una pérdida del grosor del cartílago, que puede progresar hasta agrietarse y desaparecer por completo el extremo óseo afectado. Cuando esto ocurre, el resultado es una pérdida de movilidad de la articulación y un dolor a veces insoportable con cada movimiento. El mecanismo de destrucción del cartílago en los gatos aún no se conoce del todo. Sigue siendo objeto de investigación en medicina veterinaria.
¿Qué causa la artrosis en los gatos?
La articulación de un gato está formada por cartílago, una cápsula articular, ligamentos y líquido sinovial. La cápsula articular es la estructura más superficial de la articulación. Inmoviliza los demás elementos, es decir, los ligamentos y el cartílago. El líquido sinovial está contenido en el espacio entre los dos cartílagos. Actúa como lubricante para facilitar su deslizamiento. También actúa como nutriente para mantener la elasticidad del cartílago. Suministrándole nutrientes como aminoácidos, oxígeno y glucosa.
Los traumatismos de la cápsula articular o de los ligamentos pueden provocar una reducción o una pérdida significativa del líquido sinovial. En los gatos, ésta es una de las principales causas de artrosis, sobre todo si el animal es acrobático. En este caso, el gato desarrolla lentamente la artrosis. Tras un accidente, o debido a la degradación progresiva del cartílago. Esta enfermedad también puede ser consecuencia de una afección clínica de la articulación, como la osteocondrosis, la displasia o la luxación de una articulación.
Cuando la reducción del cartílago alcanza una fase avanzada, el organismo reacciona sustituyéndolo por hueso para reducir la movilidad de la articulación. Esta compensación puede provocar a su vez cambios en la musculatura del gato y un aumento de la carga sobre otras articulaciones. La fase más insoportable de la enfermedad para el animal es la aparición de dolor muscular como consecuencia de los cambios sufridos por los músculos.
¿Cuáles son los síntomas de la artrosis en los gatos?
Los síntomas de la artrosis pueden variar considerablemente de un gato a otro. Mientras que algunos gatos pueden vivir con la enfermedad sin problemas durante varios años, a otros les resulta muy difícil sobrellevarla. Los signos más frecuentes son la rigidez articular y la cojera. Estos signos son más evidentes cuando el gato está en reposo. Por lo general, estos síntomas sólo se hacen visibles cuando el gato ya no puede saltar. El gato se contenta ahora con descansar en superficies más bajas que las que solía explorar.
En las primeras fases de la enfermedad, puedes notar, con un poco de cuidado, que tu gato cojea de vez en cuando. En esta fase, el tratamiento suele ser más fácil. Esto se debe a que puede ayudar a prevenir la aparición de dolor continuo, incluso en reposo. La artrosis en los gatos también puede reconocerse por el hecho de que :
- cuando se le toca, parece sentir dolor
- come menos
- notas que se lame las partes de su cuerpo afectadas por la enfermedad
- parece más ansioso
- siente molestias al defecar
Si notas uno o varios de estos síntomas, debes consultar cuanto antes a un veterinario para que pueda tratar al animal. Si sólo se trata de una cojera, puedes vigilarlo durante quince días para ver si mejora. Si no mejora, ponte en contacto con el veterinario.
¿Cómo se diagnostica la artrosis en los gatos?
Los síntomas característicos de la artrosis en gatos facilitan el diagnóstico de esta enfermedad. Cuando visites a tu veterinario, examinará las distintas articulaciones de tu gato para ver si tienen movilidad reducida. También buscará dolor articular, que es uno de los signos más evidentes de la enfermedad. El veterinario también buscará una tensión muscular anormal debida a que el gato intenta aliviar el dolor en sus articulaciones. En el caso de la artrosis de las extremidades posteriores, por ejemplo, el examen clínico revelará tensión y dolor en los músculos de la espalda.
Tras el examen clínico, el veterinario puede solicitar una radiografía para investigar el problema con más detalle y determinar su causa y evolución. Este examen paraclínico mostrará si la artrosis está causada por un crecimiento óseo anormal o por un choque mecánico del animal. Las articulaciones más afectadas por la artrosis en los gatos son las de los codos, los dedos de los pies, las caderas, las rodillas y los corvejones. Las articulaciones del carpo y los hombros sólo se ven afectadas por esta enfermedad en muy pocos casos. Esto se debe a que los carpos y los hombros no están construidos como otras articulaciones.
Si el examen de tu gato lleva al veterinario a diagnosticar artrosis, pasará a la fase de tratamiento. Éste puede consistir en alimentación o medicación.
¿Cómo se trata la artrosis en los gatos?
La artrosis es una enfermedad degenerativa que no puede curarse clínicamente. Por lo tanto, el tratamiento consiste esencialmente en reducir la inflamación y el dolor. El objetivo es mejorar la calidad de vida diaria de tu gato. Utilizando los medicamentos adecuados, tu compañero verá muy rápidamente reducidos sus problemas. Y su estado de salud mejorará considerablemente.
Dependiendo de lo avanzada que esté la enfermedad, algunos gatos pueden no necesitar un antiinflamatorio o un analgésico para mejorar. El veterinario puede simplemente recomendar una nueva dieta para tu gato, que te ayudará a reducir considerablemente los síntomas de la enfermedad. Puede tratarse de una dieta diseñada para reducir el peso de tu mascota, por ejemplo. El objetivo es ralentizar la destrucción articular y reducir el dolor.
¿Cómo se puede prevenir la artrosis?
Aunque todavía se sabe poco sobre el mecanismo de destrucción del cartílago en la artrosis, la enfermedad puede prevenirse aplicando algunos consejos. El primer factor para prevenir la artrosis en los gatos es su dieta. El sobrepeso aumenta la carga mecánica sobre las articulaciones. Esto puede dañar el cartílago que las recubre. Para evitarlo, dale una dieta baja en grasas y rica en fibra. De este modo, tu mascota mantendrá una figura saludable y habrás eliminado uno de los principales factores de riesgo de la artrosis, el sobrepeso.
Una buena actividad física también puede ayudar a prevenir el desarrollo de la artrosis. Es difícil influir en la actividad física de un gato, pero si lo encuentras demasiado inactivo, siempre puedes hacer que se mueva jugando.
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