La eutanasia felina es un procedimiento indoloro que consiste en poner fin a la vida del animal, generalmente para limitar su sufrimiento. Para el propietario de un gato, programar este acto es una decisión muy difícil de tomar. Hola Mascotas te ofrece la información esencial sobre la eutanasia en gatos.
¿Cuándo y por qué plantearse la eutanasia en gatos?
La eutanasia es el último recurso en varias situaciones. En primer lugar, si tu mascota padece una enfermedad crónica y progresiva para la que han fracasado todas las opciones de tratamiento, puedes plantearte la eutanasia. Lo mismo ocurre si tu animal está en la fase final de una enfermedad crónica, como una insuficiencia renal. En segundo lugar, la eutanasia puede ser necesaria si tu pequeño compañero padece una enfermedad contagiosa (como la rabia) o le han diagnosticado un cáncer. Por último, si ha sufrido un grave accidente de tráfico que le ha dejado lesiones irreparables, la eutanasia suele ser la última solución para poner fin a su sufrimiento.
La calidad de vida de tu gato es un tema que suele surgir cuando visitas al veterinario para hablar de la posibilidad de la eutanasia. Conoces a tu gato mejor que nadie y puedes evaluar su calidad de vida observándolo. La eutanasia suele ser la única opción cuando observas los siguientes signos en tu gato:
- tu gato se retuerce de dolor, no tiene apetito, bebe poco y vomita,
- tu gato tiene dificultades para respirar, tiembla y convulsiona,
- evita el contacto físico, se niega a salir o a abandonar el jardín,
- llora, duerme mal y cambia continuamente de posición,
- ya no puede moverse para hacer sus necesidades y sufre incontinencia.
En Francia no hay ninguna ley que regule la eutanasia de los animales de compañía en mal estado de salud. Corresponde al propietario del gato tomar la decisión.
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¿Cómo se practica la eutanasia a los gatos?
El veterinario elige el procedimiento de eutanasia en función de varios parámetros, como el estado de salud y la agitación del animal. En general, la eutanasia se realiza en dos fases, una vez firmado el consentimiento. En primer lugar, el veterinario duerme al gato con un anestésico o tranquilizante. La inyección puede ser intramuscular o subcutánea. Una enfermera sujeta al gato mientras se rasura una pequeña zona de su pelaje. Tu gato sólo sentirá un pequeño pinchazo, y después la inyección será indolora. Es posible que tu gato grite cuando se le administre la inyección. La inconsciencia se produce a los pocos segundos, a menudo antes de que se complete la inyección.
A continuación, se administra al gato una inyección letal que provocará una parada cardiaca o respiratoria. Esto puede conseguirse administrando una dosis masiva de barbitúricos o T61 (una mezcla de anestésicos y un agente curativo). La muerte se produce en cuestión de minutos. Si tu mascota está muy enferma o tiene mala circulación, puede tardar un poco más.
¿Debe estar presente el propietario del gato en la eutanasia?
Esto depende enteramente de ti. Debido al estrecho vínculo que os une, es normal que te sientas triste cuando veas a tu gato morir lentamente. Puede ser reconfortante para ti acompañarle hasta el final. Tu gato se sentirá más tranquilo y menos ansioso si estás a su lado. Por otro lado, si te estresas o entras en pánico, tu gato lo notará y se sentirá perturbado. Si te sientes incapaz de aguantar, no estás obligado a asistir a la sesión.
¿Se puede practicar la eutanasia en gatos en casa?
La eutanasia en casa puede ser más fácil si a tu gato le resulta difícil moverse o si suele entrar en pánico cuando va al veterinario. El animal permanece en un entorno familiar durante sus últimos momentos. Esta opción también puede considerarse si el gato no está hospitalizado o en una situación de emergencia.
Sin embargo, es posible que no desees asociar tu hogar con la muerte de una mascota querida. También puede ser una experiencia perturbadora para los niños. O puede que no desees estar presente en el momento de la muerte de tu mascota. En estos casos, tu casa no es el lugar ideal para aplicar la eutanasia a tu pequeño felino.
¿Qué hacer con los restos de tu gato tras la eutanasia?
Tras la eutanasia, puedes optar por incinerar o enterrar a tu gato. En el caso del entierro, la legislación francesa le permite enterrar a tu gato en tu propiedad si cumples todas las condiciones necesarias. La ubicación del cuerpo debe estar a una distancia mínima de 35 metros de otras viviendas y fuentes de agua. El hoyo de enterramiento debe tener al menos 1,30 m de profundidad. El ataúd puede ser de madera o cartón, pero no de un material no biodegradable como el plástico. Cubrir todo el cuerpo con cal viva antes de colocarlo en la tierra.
Si no es posible hacerlo en casa, hay cementerios de mascotas donde puedes comprar una parcela. Si estás indeciso, tu veterinario puede guardar el cuerpo de tu gato mientras revisas tus opciones.
La segunda opción es incinerar a tu gato, lo que suele hacerse de forma colectiva. Sin embargo, puedes solicitar una incineración individual para recuperar las cenizas. Esto cuesta mucho más, pero tiene el aspecto positivo de que te devuelvan las cenizas.
La culpa de la eutanasia de tu gato
Perder a un gato como miembro de la familia no es fácil. Cuando vuelvas a casa, sin duda sentirás el vacío que ha dejado, la tristeza, la rabia y la culpa. Esto puede hacerte cuestionar la decisión que tomaste. Pero entiende que si te sientes culpable, eso demuestra lo mucho que querías a tu gato. Lleva tiempo recuperarse de una muerte, sobre todo en estas circunstancias.
Recuerda también que la decisión que tomaste fue por el bien de tu felino. Acepta tu pena y haz el duelo. Recuerda los buenos momentos que pasaste con tu gato. Busca foros donde otras personas hayan compartido historias similares. No estás solo. Date cuenta de que le has dado a tu gato la mejor vida posible. Piensa en adoptar una nueva mascota, no para sustituir a la anterior, sino para llenar parte del vacío que ha dejado.
Si, a pesar de tus esfuerzos, la culpa y el dolor te dominan, consulta a un psicólogo cualificado. Él o ella podrá ayudarte a hacer las paces contigo mismo y a superar tu dolor.
¿Cuánto costará la eutanasia de un gato en 2022?
El coste de la eutanasia de un gato depende de varios factores. Puedes pedir presupuesto a un veterinario antes de practicar la eutanasia a tu pequeño felino. Por regla general, tendrás que pagar la analgesia (de 15 a 20 euros), la anestesia (de 20 a 35 euros) y la inyección letal (de 20 a 30 euros). En total, la eutanasia de tu gato te costará unos 90 euros. Si piensas dejar a tu mascota con el veterinario unos días, tendrás que prever costes adicionales.
Tras la eutanasia, hay que prever los gastos de incineración o entierro. Una incineración colectiva te costará unos 100 euros, frente a los 180 euros de una incineración individual. Las tarifas no son estándar y varían de una empresa a otra. Para la compra de una parcela, tendrás que presupuestar entre 300 y 1.000 euros, además de unos gastos mensuales de hasta 100 euros.
Los dueños de mascotas que hayan contratado un seguro para su gato pueden tener cubiertos los gastos de eutanasia e incineración, si ésa es la opción que eligen. Por supuesto, esto requiere cobertura de decesos.