La salud de los gatos depende mucho de su alimentación. Los veterinarios recomiendan darles comida rica en proteínas, grasas y fibras. Desde hace algunos años, los dueños complementan la dieta de su felino con probióticos. ¿De qué se trata? ¿Cuál es la posología de estos productos? ¿Presentan riesgos para la salud de tu mascota? Hola Mascotas te cuenta todo sobre los probióticos para gatos.
Presentación de los probióticos para gatos
Los probióticos son microorganismos que ejercen efectos beneficiosos sobre la salud del gato. Se administran al animal cuando su microbiota digestiva está infestada de organismos patógenos. Se presentan en forma de cápsulas, polvo, solución líquida o gel. Los probióticos para gatos actúan según diferentes mecanismos. Existen cepas que pueden secretar sustancias que eliminan los agentes patógenos. Otras se alimentan directamente de los nutrientes que estos microbios necesitan.
Esto provoca una disminución de recursos que inevitablemente lleva a la extinción de los cuerpos extraños. Hay cepas de probióticos que compiten por ocupar más espacio que los agentes patógenos. Se fijan en la pared del tubo digestivo. Los microbios que no pueden adherirse a una superficie son entonces eliminados más fácilmente.
¿Cuándo debes darle probióticos a tu gato?
Muchas patologías en los gatos se deben a un problema en la alimentación. Puedes darle probióticos a tu mascota si sufre problemas gastrointestinales. De hecho, una de las principales causas de la diarrea en estos animales es un desequilibrio de la microbiota. Esto puede ser causado por infecciones virales como la giardiasis y la panleucopenia felina. Si notas que tu gato está estreñido, la prescripción de probióticos puede ser de gran ayuda.
Los antibióticos y antiparasitarios suelen causar un desequilibrio microbiano. De hecho, estos medicamentos eliminan gran parte de la microbiota, incluidas las bacterias beneficiosas para el gato. Esto provoca trastornos digestivos como vómitos, estreñimiento y diarrea.
Un fallo en la microbiota puede desencadenar alergias en los gatos. Estas se manifiestan en forma de picazón y generan ansiedad en tu mascota. La administración de probióticos para gatos ayuda a combatir el eccema. Si planeas cambiar la dieta de tu gato, puedes darle probióticos. Ayudarán a su microbiota a adaptarse mejor a la transición. Este tipo de complemento alimenticio también puede tratar trastornos del comportamiento en los gatos. Estos aparecen cuando ocurre un cambio en la rutina del felino.
Antes de darle probióticos a tu mascota, debes acudir a un veterinario. Los síntomas que hemos descrito pueden ocultar otras enfermedades. Además, un profesional de la salud animal puede orientarte mejor hacia los complementos alimenticios más adecuados para la condición de tu gato. Un tratamiento con probióticos debe ir acompañado de una alimentación más equilibrada y saludable para tu gato.

¿Cuáles son los probióticos para gato más utilizados?
Existen muchas bacterias que tienen una acción positiva en el organismo del gato. Sin embargo, pocas pueden utilizarse como probióticos. Para ser realmente eficaz, el microorganismo debe ser capaz de sobrevivir a su paso por el estómago y poseer una buena capacidad de adherencia a las mucosas intestinales. Los fabricantes suelen recurrir a bacterias lácticas. Las más utilizadas son:
- enterococos,
- bifidobacterias,
- saccharomyces,
- lactobacilos.
Existen cerca de 50 tipos de enterococos. Las marcas de probióticos eligen cepas como el Enterococcus faecium. Se trata de una bacteria que dificulta el desarrollo de microorganismos patógenos.
Las bifidobacterias están presentes en los fermentos lácticos. Este microorganismo se divide en 44 subcategorías. El Bifidobacterium bifidum es el que se utiliza para los gatos, ya que es capaz de regenerar y reequilibrar su flora intestinal.
Los saccharomyces son una familia de hongos utilizados como antidiarreicos para gatos. La cepa Boulardii es la que está presente en los probióticos. Esta subcategoría de saccharomyces se desarrolla rápidamente en el tracto gastrointestinal de tu mascota. Su naturaleza fúngica también le permite resistir a los antibióticos.
Los probióticos pueden contener lactobacilos. Estos están presentes en los alimentos para gatos. Aseguran el equilibrio de la flora intestinal del animal. Para ello, eliminan las bacterias dañinas. El lactobacilo más eficaz para esta función es la cepa Acidophilus.
El yogur no es una buena fuente de probióticos para tu gato, aunque contenga bifidus, estreptococos y lactobacilos. Las cepas presentes no son capaces de resistir los jugos gástricos de los felinos. Además, la lactosa no es recomendable para los gatos adultos, ya que tienen dificultades para digerirla después del destete.
¿Cómo administrar este tipo de suplemento al gato?
El gato doméstico no acepta fácilmente los cambios en su dieta. Por esta razón, rechaza ingerir medicamentos. Para superar esta dificultad, debes mezclar el probiótico con su comida. Si el producto viene en cápsulas, ábrelas y vierte su contenido en el cuenco. Para enmascarar la presencia del suplemento, usa comida húmeda como paté. Si sueles darle croquetas a tu gato, disuelve el probiótico en agua, ya que es hidrosoluble.
La dosis y la frecuencia de administración las establece el veterinario según el tamaño del gato. En general, el tratamiento dura entre 15 y 30 días para permitir que las bacterias restauren el equilibrio de la microbiota.
¿Cuáles son los efectos secundarios de un tratamiento con probióticos?
El gato es un animal propenso a la neofobia. No tolera salir de su rutina, lo que se aplica tanto a su entorno como a sus hábitos alimenticios. Cuando se le administra un suplemento probiótico, incluso sin que se dé cuenta, puede manifestar un efecto secundario. Este suele durar el tiempo que toma su período de adaptación, durante el cual puede sufrir de gases y diarrea.
Esto no representa un peligro para su salud, ya que los microorganismos ingeridos son inofensivos. Sin embargo, el felino puede ser intolerante a una cepa específica de probióticos. Esto ocurre con mayor frecuencia en razas más frágiles, como los Manx, Persas y Maine Coon. Aparte de la incomodidad gástrica, los estudios clínicos no han demostrado otros riesgos asociados con la ingesta de probióticos.
Para evitar efectos no deseados, no le administres diferentes tipos de probióticos a tu gato. Asimismo, es importante respetar la dosis prescrita por el veterinario.
Algunos consejos para elegir un probiótico adecuado para tu gato
Para que los probióticos tengan un efecto beneficioso en tu gato, deben cumplir con ciertos criterios específicos. Estos deben considerarse al momento de elegir el suplemento alimenticio. En primer lugar, debe asegurarse de comprar únicamente un probiótico diseñado para gatos. El sistema digestivo de tu mascota no es similar al de los humanos ni al de los perros. Los gatos son carnívoros estrictos y su tracto digestivo es corto, lo que influye en la población de bacterias presentes en su intestino.
Asegúrate siempre de proporcionar un suplemento rico en probióticos a tu gato. La cantidad de microorganismos debe ser lo suficientemente alta para que el tratamiento sea efectivo. Verifica la cantidad de UFC (unidades formadoras de colonias) indicada en el envase del producto. El umbral mínimo de UFC necesario para un gato depende de la cepa del probiótico. Por esta razón, contar con la orientación de un veterinario puede ser útil para un primer tratamiento. También es fundamental prestar atención al origen del suplemento y optar por productos cuya eficacia haya sido comprobada en otros gatos.
No confundas prebióticos con probióticos. Los prebióticos, en realidad, son suplementos que sirven de alimento para el microbiota intestinal, promoviendo la proliferación de los microorganismos a los que sirven de nutriente.