Los gatos son animales de compañía que pueden vivir más de 20 años. Sin embargo, cuando alcanzan los diez años, entran en una fase de envejecimiento que requiere una atención especial. Tu mascota se vuelve frágil y propensa a diversos problemas de salud. Por tanto, hay que adaptarse a los cambios ligados a la edad de tu gato para favorecer su longevidad. He aquí algunos consejos prácticos de Hola Mascotas para ayudarte a adaptarte un gato que envejece.
¿Cuáles son los signos del envejecimiento en los gatos?
Antes de hablar de los signos del envejecimiento en los gatos, conviene recordar que el envejecimiento es un proceso natural que no es sinónimo de enfermedad. Un gato que envejece no tiene por qué tener mala salud. Sin embargo, a medida que su mascota envejece, inevitablemente perderá algunos de sus órganos más frágiles. Esto es lo que provocará las enfermedades propias de la vejez. Por ello, debes estar atento a estos signos para prevenir la salud de tu gato.
La fatiga es uno de los primeros signos de vejez en los gatos. El gato se vuelve menos juguetón y pasa cada vez menos tiempo jugando. También puedes notar que a tu mascota le falla la vista y que le cuesta oír. A esto puede seguir una pérdida de apetito, ya que el sentido del olfato y del gusto de un gato mayor tiende a deteriorarse gradualmente. Un gato que se alimenta mal empieza a perder peso hasta el punto de que puede distinguirse su columna vertebral y sus huesos.
La aparición de hipertiroidismo y resfriados regulares, así como una digestión delicada, son otros signos de un gato que envejece. En algunos casos graves, tu gato puede desarrollar un tumor. A medida que tu gato envejece, puede volverse mucho más susceptible a diversas enfermedades. Por ello, es importante que cuides de la salud de tu gato a partir de cierta edad. Un gato se considera senior entre los 11 y los 14 años, y geriátrico a partir de los 15 años.
Los gatos senior o geriátricos suelen tener dificultades para moverse debido a dolores articulares causados por la artrosis. Esta enfermedad puede incluso hacer que los gatos coman menos, ya que les resulta difícil agacharse para comer.
El pelo más apagado, menos brillante y más seco también es un signo de envejecimiento. A los gatos les cuesta asearse y acaban prescindiendo por completo de ello. Como resultado, su pelo se ensucia.
¿Qué debo vigilar en un gato que envejece?
En cuanto empieces a notar signos de envejecimiento en tu gato, debes adaptarte. Esto es importante, porque a medida que tu mascota envejece, necesita una atención especial. Por ejemplo, tendrás que vigilar ciertas áreas para asegurarte de que tu compañero sigue gozando de buena salud a medida que envejece.
Corazón y tensión arterial
A medida que envejecen, los gatos son más propensos a desarrollar problemas cardíacos. Las enfermedades cardiacas se manifiestan a través de dificultades respiratorias y signos de falta de aire. Por eso es importante prestar atención a estos distintos problemas para mantener a tu gato sano a medida que envejece.
El riesgo de hipertensión es alto en los gatos senior y debe tomarse en serio. Por desgracia, los problemas relacionados con la tensión arterial suelen ser difíciles de detectar, por lo que las visitas al veterinario son esenciales. La hipertensión puede ir acompañada de hipertiroidismo e insuficiencia renal.
Ojos y boca
Las cataratas seniles (deterioro de la estructura del cristalino) pueden aparecer en los gatos a partir de los 10 años. La transparencia del globo ocular del animal disminuye y su capacidad para ver se reduce. Por eso, revisa los ojos de tu gato cuando empiece a envejecer. En cuanto observes manchas blanquecinas o azuladas en la pupila, debes darte cuenta de que lo más probable es que tu gato sufra cataratas.
Otra forma de evitar que tu gato mayor enferme es dedicar tiempo a examinarle la boca. Hay una serie de indicios que pueden ayudarte a detectar una afección en la cavidad bucal de un gato que envejece:
- mal aliento
- dificultad para masticar
- rechazo repetido de la comida
- sed persistente
- salivación por encima de lo normal.
Estos síntomas pueden alertar de la presencia de diversas patologías (aflojamiento de los dientes, úlcera de la lengua, gingivitis, presencia de sarro en los dientes o las encías).
Peso y riñones
En cuanto tu gato empieza a hacerse mayor, el control de su peso se vuelve mucho más importante. Esto se debe a que el sobrepeso puede favorecer el desarrollo de osteoartritis, lo que puede provocar dolores agudos. Es más, el sobrepeso también puede provocar diabetes y problemas cardíacos.
A medida que los gatos envejecen, suelen desarrollar insuficiencia renal. La vigilancia de los signos de insuficiencia renal es vital, ya que esta disfunción es la segunda causa de muerte en gatos de edad avanzada. Así que presta mucha atención al comportamiento de tu mascota. Si bebe mucho, orina con demasiada frecuencia, vomita, muestra debilidad o tiene diarrea, consulta a tu veterinario, ya que es probable que sufra insuficiencia renal.
Disfunción cognitiva
El envejecimiento del cerebro puede provocar un cambio de comportamiento que no se explica por el deterioro de las condiciones de salud. El síndrome de disfunción cognitiva o demencia senil afecta a muchos gatos mayores. El animal duerme mal (alteración del ciclo sueño-vigilia) y deambula maullando sin ser consolado. Por tanto, es necesario un tratamiento médico. Tu veterinario puede informarte sobre los distintos tratamientos disponibles.
¿Cómo puedes ayudar a tu gato a envejecer?
Si tienes un gato entrado en años, puedes ayudarlo y hacer todo lo posible para que goce de buena salud.
Facilita a tu gato el acceso a los recursos
Una de las mejores cosas que puedes hacer para ayudar a tu gato anciano es facilitarle el acceso a recursos útiles. Los gatos mayores tienden a reducir su espacio vital por diversas razones. Asegúrate de que todos los recursos que necesita tu mascota son fácilmente accesibles. Su agua, comida, bandeja sanitaria, cama y escondites deberían estar en el suelo, donde prefiere pasar la mayor parte del tiempo.
Presta atención a las necesidades de tu gato
A medida que tu gato se hace mayor, debes estar mucho más atento a sus necesidades. Un gato mayor busca más paz, tranquilidad y serenidad. Por tanto, no le sometas a estrés y evita crear trastornos en su vida. La rutina de un felino que envejece se vuelve más importante. Puede que necesite un horario fijo para comer.
Asegúrate de que dispone de un lugar dentro de la casa para hacer sus necesidades, ya que a los gatos les cuesta más contenerse a medida que envejecen. Obligarle a hacer sus necesidades fuera de casa no es una buena idea.
Cambia su dieta
A medida que los gatos envejecen, ya no es posible alimentarlos como hace unos años. Es absolutamente necesario cambiar su dieta. Como ha reducido su actividad física, debe adoptar una dieta baja en calorías para evitar el sobrepeso. Su dieta debe ser más rica en proteínas. Evita cambiar bruscamente su dieta. Lo ideal es añadir gradualmente nuevos alimentos al cuenco.
Cepilla regularmente a tu gato anciano
A medida que tu gato se vuelve menos ágil y descuida su aseo, su pelo se vuelve opaco, grasiento y casposo. Pero no lo laves. En lugar de eso, limpia a tu felino con una toalla desechable y cepíllalo suavemente para que siga teniendo un aspecto bonito y sano.
Que siga jugando
Ayuda a tu gato a mantenerse en forma dejándole jugar. Asegúrate de que, a pesar de su edad, sigue participando en actividades físicas para mantener su masa muscular y la flexibilidad de sus articulaciones. El juego también estimula el cerebro, los instintos y los sentidos de tu gato. Es una parte muy importante de la prevención de la salud felina.
Por último, es fundamental aumentar la frecuencia de las visitas al veterinario a medida que el gato se hace mayor, para asegurarse de que recibe la atención médica adecuada. Las visitas al veterinario no deben realizarse únicamente cuando tu gato muestre síntomas de enfermedad. A partir de ahora, debes ofrecer a tu mascota dos visitas anuales al veterinario en lugar de una sola, y cumplir el calendario de vacunación.