El gato es un animal muy inteligente al que le encanta estar limpio. Utilizan la lengua para limpiarse. Esto suele evitarle tener que ser bañado. Sin embargo, algunos problemas de salud pueden requerir que el propietario lo lave de vez en cuando. Sin embargo, como a esta mascota no le gusta el agua, es importante saber cómo hacerlo correctamente. En este artículo encontrarás algunos consejos y recomendaciones sobre cómo lavar a tu gato.
¿Por qué lavar a su gato?
Los gatos son limpios por naturaleza y no necesitan baños regulares. Se acicalan con su lengua rasposa, formada por papilas bastante afiladas. Sin embargo, lavar al gato puede ser esencial en determinadas situaciones:
- De vuelta a casa, se ha cubierto de barro, polvo u otros residuos sucios : incluso un lamido a fondo puede no ser suficiente para dejar el pelaje limpio.
- Tu mascota participa en exposiciones felinas. En este caso, tiene que tener un pelaje perfecto para ganar el primer premio.
- Gatos de pelo largo o pertenecientes a una raza «desnuda». Tu mascota puede andar con sus cacas pegadas al pelaje.
Para ayudar a mantener el pelaje de tu gato, favorecer la muda de pelo muerto o eliminar los parásitos (pulgas, garrapatas), es muy recomendable lavar a tu gato de vez en cuando.
Bañar a su gato: el equipamiento adecuado
Antes de pensar en bañar a tu gato, debes estar bien equipado. Estos accesorios para el baño de tu gato deben estar al alcance de la mano. Al fin y al cabo, bañar a tu gato puede ser una verdadera lucha, sobre todo si le tiene miedo al agua. ¿Qué accesorios deben proporcionarse?
Para bañar correctamente a un gato, es mejor tener :
- Una alfombra antideslizante, una palangana o una toalla para que el gato se agarre.
- Una bañera, una ducha o un lavabo convencionales.
- Guantes para lavar.
- Un champú especial para gatos. Dado que la piel del gato tiene un nivel de pH diferente al de los humanos, cualquier champú químico o a base de perfume convencional podría ser perjudicial para la piel.
- Tener una toalla a mano.
- Agua para el baño, cuya temperatura no debe superar los 37°C. Sin embargo, el cuarto de baño se puede calentar, especialmente en invierno.
Lavar al gato, vale, pero ¿a qué edad?
Para que tu gato se meta en el agua y se bañe con facilidad, tienes que acostumbrarlo desde pequeño. Sin embargo, hay que tener cuidado. El primer baño de tu compañero debe ser después de la caída de su pelo de gatito. Mientras tanto, su humano puede acostumbrarlo a que le cepillen periódicamente el pelaje o le limpien con una toallita. Una vez que se haya acostumbrado al agua, se puede considerar un baño completo.
¿Qué pasos hay que seguir para lavar al gato?
Sin el enfoque adecuado, tu gato, incluso si suele ser muy dócil, puede desarrollar un comportamiento agresivo y volverse difícil de lavar. Para evitar que se arañe o se estrese, es bueno saber cómo domesticar a tu gato y hacer que se sienta seguro durante el baño. ¿Y cómo se hace?
Establecer un clima de confianza
Empieza por crear un ambiente de confianza esforzándote por comunicarte con su felino. El humano debe permanecer tranquilo y atento para establecer esta confianza.
El baño puede realizarse en un lavabo, una ducha o una bañera convencional. Si tienes un jardín también es posible mojar al gato con una regadera o un simple cuenco.
Antes de iniciar el baño, recuerda comprobar la temperatura del agua. No debe estar ni demasiado fría ni demasiado caliente para que tu mascota se sienta cómoda.
Cuando mojes a tu gato, evita verter el agua sobre su nariz, ojos y orejas. Debes mojar a tu mascota con suavidad para no estresarla y no precipitarse.
Masajea suavemente el pelaje de tu gato, teniendo en cuenta el tiempo de aplicación del champú. El tiempo de aplicación del champú suele estar indicado en el prospecto del producto o en la receta del veterinario. Una advertencia importante: nunca apliques el champú sobre la cabeza del animal. Esta parte del cuerpo debe cuidarse y lavarse con toallitas.
Humedece bien cada parte del cuerpo de tu gato. Es importante aclararlo bien para que no quede espuma, ya que los restos de espuma podrían provocar irritaciones en la piel.
Una vez terminado el baño, se recomienda secar al gato con una toalla y dejarlo en una habitación cálida y sin corrientes de aire.
¿Cómo limpiar bien a un gato?
Existen varios consejos sobre cómo bañar a un gato sin demasiada dificultad. Sin embargo, por muy sucio que esté tu gato, o por muy grande o pequeño que sea, debes ser siempre suave y ir despacio.
¿Cuándo es el momento adecuado para lavar a tu gato?
No te plantees bañar a tu gato cuando esté ansioso. Cuando tu mascota está volviendo de una pelea o está a punto de perseguir a uno de sus compañeros, no debes interrumpirla para intentar bañarla. Por supuesto, no lo despiertes para esto. Sólo hay que esperar a que esté tranquilo.
¿Qué método debes utilizar para limpiar a tu gato?
Toalla: El exceso de sebo o la suciedad ligera en su pelaje pueden eliminarse fácilmente con una toalla empapada en agua caliente. En efecto, pasando una toalla bien escurrida sobre el cuerpo, la espalda, los hombros y los flancos, tu gato puede recuperar fácilmente su hermoso pelaje.
Champú en seco: Una vez que tu gato esté sobre la toalla para evitar que se resbale, aplica suavemente un champú especial para mascotas en todo su pelaje. O frota suavemente al gato con otra toalla ya rociada con champú seco. Por último, aclara bien y cepilla al gato. Ten cuidado de no aplicar el champú sobre la cabeza del animal.
Baño: no se trata de sumergir a tu gato. En una bañera o lavabo, limpia a tu gato simplemente enjuagándolo, evitando cualquier agresión química. El aseo de tu gato es lo más sencillo posible, siempre tranquilizando a tu gato.
Lo único que hay que hacer es frotar un champú especial para mascotas en su pelaje, a ser posible hacia atrás, en su espalda, flancos y patas. Tras dejar actuar el champú durante unos 5 minutos, acláralo con abundante agua.
Algunos consejos para una sesión de limpieza sin estrés
No se recomienda el uso de un secador de pelo, ya que el ruido de este aparato es estresante para el gato. Para el secado, lo mejor es utilizar una toalla suave, especialmente cuando hace calor, o utilizar un radiador y hacer que el gato se tumbe para secarse.
Se puede considerar la posibilidad de recortar el pelo donde las heces del gato tienden a pegarse.
Para no lastimar a tu mascota, es mejor dejar en remojo las zonas a limpiar si no tiene previsto un baño completo. Esto evitará que el pelo tire demasiado sobre su piel. Si es necesario, se puede utilizar un peine.