Para saber si tu gato es feliz, es importante aprender a reconocer los signos de bienestar en tu compañero. Hay señales que indican que un gato es feliz en su casa y que tiene un gran vínculo con su dueño. Sin embargo, algunas razas de gatos son menos expresivas que otras. Las señales serán sin duda más sutiles de captar en algunos animales. Algunos maúllan poco y son muy independientes, mientras que otros son posesivos y especialmente expresivos. Sin embargo, aquí están las señales más comunes en las que hay que fijarse para saber si un gato es feliz entre su familia, sea cual sea su raza.
El comportamiento de un gato feliz
Hay una serie de señales que pueden servir para saber si tu gato es feliz.
Apetito
Observar el apetito de tu mascota es un excelente indicador de si es feliz. Los gatos suelen ser quisquillosos con la comida. Por ejemplo, un gato que come su ración diaria sin exigir más y sin hacer pucheros es una mascota sana. Por otro lado, si el gato pide de repente raciones extra, puede estar comiendo para compensar el aburrimiento, la tristeza o porque tiene una enfermedad.
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La situación contraria también debería alertar a los propietarios. Un gato que deja de alimentarse de forma gradual (o repentina) es un animal infeliz o muy enfermo. Además, ten en cuenta que cualquier cambio en la alimentación afecta a su comportamiento. Antes de preocuparte, comprueba que las reacciones de tu gato no están relacionadas con las nuevas croquetas, por ejemplo.
Juguetón
Los gatos son animales juguetones por naturaleza, especialmente cuando son jóvenes. Un gato que pasa el tiempo jugando con sus juguetes es, por tanto, un animal sano. Sin embargo, un cambio repentino en el comportamiento puede indicar un problema como la baja moral. Todos los gatos se vuelven más tranquilos con la edad. Los gatos de más de 10 años tendrán menos energía que gastar que los gatitos. Además, el dolor articular puede dificultarles y limitar sus actividades.
La reducción de las sesiones de juego y la tristeza no siempre están relacionadas. Por último, no hay que olvidar que un gato duerme de media entre 13 y 16 horas al día. Suelen ser muy activos por la noche. Por eso, los propietarios de gatos pueden tener la impresión de que su mascota duerme mucho y no es muy activa. En realidad, el gato se mueve toda la noche y descansa durante el día.
Grooming
Los gatos son animales especialmente limpios y les gusta acicalarse varias veces al día. Un gato sano y seguro de sí mismo pasará parte del día lamiéndose el pelaje. Un gato que cuida de sí mismo es un animal feliz. Sin embargo, si tu gato deja de cuidar su pelaje, debes estar muy atento. Esta reacción puede estar relacionada con un problema articular. El gato no puede alcanzar ciertas zonas de su cuerpo (principalmente el lomo) y no se lava. O su pelaje puede estar sucio y el animal no quiere lamer la suciedad. Además, si un gato se lava de forma convulsiva o excesiva, puede significar que tiene pulgas. Por lo tanto, es aconsejable llevar al gato al veterinario lo antes posible.
Las señales de afecto para saber si tu gato es feliz
Otros comportamientos también pueden indicar el bienestar de tu gato.
Proximidad
Un gato especialmente mimoso es un gato feliz que se siente seguro con su familia. Cuando el gato frota sus patas contra su dueño, está mostrando su ternura y felicidad. Lo mismo ocurre si el gato ronronea cuando lo acaricias. Un gato que maúlla y mueve la cabeza también demuestra que está contento. Por último, un gato que lame a su amo como si lo lavara sigue demostrando la gran complicidad que tiene con él. Sin embargo, un exceso de afecto repentino y unas peticiones de caricias cada vez más frecuentes pueden ser un indicio de malestar o de la presencia de parásitos.
Posturas para ganar confianza
Cuando el propietario llega a casa y su gato se acerca a él con la cola en forma de L, significa que se alegra de verle. Si esta bienvenida va acompañada de maullidos, el deleite es aún mayor. En los momentos de relajación, un gato feliz mirará serenamente a su dueño. Un animal que confía en su familia se acostará junto a ella o se echará una siesta en su regazo.
Un gato que se tumba de espaldas y enseña la barriga a su dueño es también un animal feliz y confiado. El vientre es una parte muy vulnerable del cuerpo del gato. Hacerlo visible es, por tanto, un signo de relajación. Sin embargo, cuando el gato se vuelve demasiado insistente en sus manifestaciones, esto puede indicar que el animal tiene miedo de algo. Y que quiere esconderse con su amo.
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Regalos
La felicidad es un sentimiento que se comparte según las reglas del gato. Esta mascota tiende a devolver los regalos a su amo. Estos pequeños regalos pueden ser de varios tipos. Como los gatos son cazadores por naturaleza, cuando se les da la oportunidad, llevarán su presa a casa para recibir las felicitaciones de su familia. Aunque los gatos domésticos rara vez se comen los ratones y los pájaros que cazan, se enorgullecen de mostrar sus habilidades de caza a sus dueños.
Un gato también puede traerte otros regalos, como zapatillas o juguetes. Estos regalos suelen significar que el animal quiere divertirse con su dueño o que es hora de irse a la cama. Por otro lado, detrás de esta muestra de afecto se esconde una petición muy concreta.
Aunque un gato no exprese su estado de ánimo con palabras que su dueño pueda entender directamente, utiliza un lenguaje muy específico para decir que está contento o infeliz. De hecho, sea cual sea la raza del gato, observando cuidadosamente al animal durante uno o dos días, es muy posible saber cómo se siente. Este enfoque revelará si un gato es feliz en su hogar. Luego, si es necesario, puedes determinar cómo hacerlo aún más feliz.
Mientras que el comportamiento natural del gato demuestra que está contento consigo mismo, la forma en que muestra su afecto depende en gran medida de la actitud de su dueño. Como en cualquier relación basada en la reciprocidad, el propietario debe dar muestras de apego a su animal. Esto es para asegurar que el gato, a su vez, exprese lo mucho que le importa. Estas pequeñas pruebas de amor pueden ser la compra de un nuevo juego, el tiempo que se pasa jugando o abrazando al animal, entre otras.
Por último, al igual que su dueño, un gato puede tener días en los que su moral está más bajo que otros. No debes preocuparte demasiado si tu mascota está menos animada de vez en cuando. Sin embargo, cuando los signos de felicidad empiezan a desaparecer con el tiempo, es aconsejable reaccionar revisando al gato en busca de enfermedades. En particular, si tienes dudas sobre la salud del gato, debes llevarlo al veterinario. La felicidad de un gato se construye siempre con su dueño. Cuando uno es feliz, ambos lo son.
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