La fiebre, un cambio de comportamiento o la falta de apetito son motivos suficientes para tomar la temperatura a tu gato. Pero esto puede ser un ejercicio arduo, sobre todo si tu mascota es recalcitrante. Para ayudarte a cuidar mejor de la salud de tu gato, aquí tienes algunos consejos prácticos de Hola Mascotas para tomarle la temperatura.
¿Cómo reconocer los síntomas de la fiebre en los gatos?
Al igual que los humanos, los felinos domésticos también pueden sufrir fiebre. Por tanto, debes estar atento y observar atentamente a tu gato para detectar rápidamente los síntomas de fiebre.
Atento a los cambios de comportamiento
Uno de los primeros síntomas de fiebre en tu mascota es un cambio de comportamiento. Por naturaleza, los gatos son animales muy precavidos. Cuando están enfermos, tienden a esconderse para ser menos vulnerables. Si suelen ser amigables, activos o amantes de la diversión, puede que empiecen por mantenerse aislados. Normalmente se esconderá debajo del sofá, de la mesa, de la cama o donde sea difícil cogerle.
Vigila el apetito de tu gato
La falta de apetito también es un síntoma común de enfermedad que puede detectar rápidamente en tu gato. Puede dejar de comer de repente su ración diaria o no tocar la comida en absoluto. Por lo tanto, debes comprobar si realmente ha comido. Si ves que no ha tocado la comida, intenta convencerle para que coma algo más apetitoso. Puedes darle una de sus comidas favoritas y acercarle tú mismo su plato. Si no se encuentra bien, es probable que no tenga la confianza suficiente para salir de su escondite. En estos casos, lo mejor es poner su cuenco en un lugar oculto y seguro. Esto puede motivarle a alimentarse por sí mismo.
Comprueba la caja de arena de tu gato
Además de fiebre, muchas enfermedades felinas pueden provocar diarrea o vómitos. Para saber si tu gato está sano, comprueba su caja de arena. En la mayoría de los casos, tu gato intentará esconder su caca bajo la arena. Intenta seguirlo si tu compañero pasa más tiempo al aire libre. Comprueba dónde le gusta descansar a tu gato. Es muy probable que se vaya fuera para enterrar sus heces.
Comprueba que tu gato no está aletargado
Este es un síntoma difícil de reconocer, ya que los gatos son animales perezosos por naturaleza. Un consejo muy eficaz es agitar uno de sus alimentos favoritos. Si no viene a pedir como de costumbre, es muy probable que tu mascota esté aletargada. Es más, si tu mascota está enferma, puede quedarse en la misma habitación durmiendo en lugar de seguirte cuando te mueves. En estos casos, te recomendamos que consultes a tu veterinario, sobre todo si tu felino doméstico parece perezoso de repente.
¿Cómo tomar la temperatura a tu gato?
Si detectas alguno de estos síntomas en tu gato, es importante tomarle la temperatura para confirmar el diagnóstico. No basta con tocarle la frente para confirmar el diagnóstico, como ocurre con los niños. La mejor forma de comprobar su temperatura en casa es utilizar un termómetro. Puedes hacerlo tomándole la temperatura en el oído o en el recto.
Tomar la temperatura del oído de tu gato
Tomar la temperatura de un gato en el oído requiere el uso de un termómetro de oído especialmente diseñado para felinos domésticos. Estos instrumentos tienen una punta lo bastante larga para alcanzar el conducto auditivo del animal. Estos termómetros pueden adquirirse fácilmente en clínicas veterinarias y tiendas de animales. Esta técnica de toma de temperatura es mucho más adecuada para los animales agresivos.
Para tomar la temperatura de tu gato a la altura de la oreja, empieza por sujetar firmemente su cuerpo. Túmbalo en el suelo o en una superficie plana y mantén sus patas firmemente plantadas en la superficie. Sujétale la cabeza firmemente con el brazo para que no pueda apartarse ni forcejear cuando le tome la temperatura. Si puedes, pide a alguien cercano que te ayude a mantenerlo.
A continuación, introduce el termómetro en el conducto auditivo de tu gato y mantenlo ahí durante unos minutos antes de retirarlo. En este punto, te recomendamos que leas el prospecto y sigas las instrucciones del fabricante para estar seguro de cuándo se ha completado la lectura de la temperatura.
Por último, limpia el termómetro con agua y jabón, o con alcohol de 90°, y guárdalo.
Mide la temperatura de tu gato en el recto
Este método de toma de temperatura es mucho más fiable que el anterior. Al igual que con el método de la oreja, el primer paso es elegir y preparar el termómetro que se vas a utilizar. Si optas por un accesorio que contenga mercurio, agítalo antes de utilizarlo. Los termómetros eléctricos tienen la ventaja de dar un resultado rápido. Si optas por este tipo de instrumento, te aconsejamos que utilices una funda desechable. Este método de toma de temperatura es mucho más fiable que el anterior.
Para no herir ni estresar a tu gato, es esencial lubricar el termómetro antes de introducirlo en su recto. Puedes utilizar un lubricante a base de agua o simplemente vaselina para esta operación. Utilizar un lubricante también ayuda a limitar el riesgo de irritación y abrasión.
Así que sé paciente y suave para conseguir que se quede tranquilo.
Una vez terminada esta etapa, hay que colocar correctamente a tu gato. Para evitar que se mueva, sujétalo bajo uno de tus brazos. La cabeza de tu mascota debe estar orientada hacia su espalda. Para evitar arañazos, colócalo sobre una superficie sólida (suelo). Para mayor seguridad, también puedes pedir ayuda a un amigo. A algunos felinos les resulta muy difícil quedarse quietos. Para tranquilizarlo y calmarlo, puedes agarrarlo por el cuello y mantenerlo en su sitio. Muchos felinos asocian esto con un gesto protector de su madre.
A continuación, introduce el termómetro dos centímetros en el recto de tu gato. Sujeta el instrumento en un ángulo de 90° para que entre en el recto en línea recta. Si inclinas el instrumento durante la inserción, puedes causar molestias y dolor a tu mascota. Mantén el instrumento en su sitio durante unos dos minutos. Si utilizas un termómetro de mercurio, probablemente tendrás que esperar un poco más. En general, la mayoría de los termómetros electrónicos emiten un breve pitido para indicar que la operación ha finalizado. Durante esta fase, es probable que tu mascota muerda, arañe o forcejee. Así que se paciente y gentil para conseguir que tu mascota se mantenga tranquila. Así evitarás que te haga daño a ti o a sí mismo.
Por último, lee el resultado y limpia el instrumento. Puedes utilizar alcohol o agua caliente y jabón.
¿Cómo interpretar las lecturas del termómetro?
Para saber si tu gato tiene fiebre, debe tener una temperatura interna de entre 38 y 39°C. Sin embargo, la temperatura de tu gato puede variar en función de las actividades que realice durante el día y de las condiciones meteorológicas. A lo largo de un día, su temperatura puede subir por la tarde y bajar por la noche.
Tras tomar la temperatura de tu gato, si el termómetro marca menos de 37 °C, es probable que sufra una hipotermia grave. Hay varias razones para ello: la edad o la deshidratación. Si el gato es aún muy joven, puede ser mortal.
Si la temperatura es superior a 39°C, podría tratarse de una infección. En ambos casos, acude urgentemente a tu veterinario.