Los gatos pueden ser fáciles de llevar y contentarse con poco. Por otro lado, también pueden considerarse gatos difíciles, ya sea en cuanto a la alimentación o al comportamiento. De hecho, puede adoptar diferentes comportamientos a lo largo de su vida. Especialmente mimoso y cariñoso, puede volverse amargado y distante con el tiempo. Este comportamiento depende del carácter del gato, pero no sólo eso. No debes olvidar la forma en que fue criado, así como los hábitos que le has permitido desarrollar. Entonces, ¿qué debes hacer si tu gato es quisquilloso?
Entender por qué tu gato es quisquilloso
Un gato puede ser quisquilloso por la forma en que lo has criado.
La educación que ha recibido
Los gatos tienen fama de ser muy exigentes con la comida, a diferencia de los perros, que suelen comer cualquier cosa. Sin embargo, no hay que olvidar que un gato no nace siendo quisquilloso, sino que a menudo se convierte en ello como resultado de la educación que ha recibido. Por tanto, pueden preferir un determinado tipo de textura, sabor y olor de comida. Además, ten en cuenta que los gatitos están muy influenciados por lo que comió su madre. Esto es especialmente cierto para la textura de los alimentos. Tras mamar de su madre durante los dos o tres primeros meses, los gatitos gravitarán hacia texturas más o menos similares, así como hacia las que su madre come junto a ellos.
Queriendo imitar a su madre, comen la misma comida. Así es como favorecen un determinado tipo de comida. También es importante saber que la comida que elijas para alimentar a tus gatitos será el origen de sus futuras rabietas. En general, los gatos prefieren alimentos como el paté al pienso tradicional.
Una vez que el gato ha probado los apetitosos sabores del salmón, la trucha o el bacalao, le resultará muy difícil volver a querer comer croquetas. También es importante recordar que es importante dar a tu gatito una variedad de alimentos y texturas diferentes para que los pruebe, para asegurar que no se acostumbre a un solo tipo de comida.
Una sensación de incomodidad durante la comida
Si tu gato come un alimento que le provoca problemas digestivos y malestar estomacal poco después, es muy probable que no vuelva a comerlo. Un gato memoriza lo que no le gusta. Al igual que reconoce los sabores que le gustan. Los gatos son muy sensibles a los sabores amargos y detectan rápidamente los alimentos que no son de su agrado.
Sólo con mojar los labios en un tipo de comida concreto, el gato ya sabe si le va a gustar. Si no lo hace, preferirá retirarse. Además, un gato busca una sensación de confort y serenidad al comer. Por eso debes elegir un cuenco amplio y lo suficientemente grande para que pueda ocupar su lugar, sin acercar su nariz a la comida durante toda la comida.
Del mismo modo, si el gato se siente incómodo con su posición a la hora de comer, o si no tiene suficiente espacio para colocarse correctamente frente al cuenco, preferirá abandonar su posición e ir a buscar comida a otro sitio. Del mismo modo, un cuenco en un lugar inseguro o en un rincón aislado de la casa o el jardín no atraerá a tu gato.
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Mi gato es quisquilloso, ¿cómo debo reaccionar ante este comportamiento?
Para que tu gato esté plenamente satisfecho y evitar sus cambios de humor, debes asegurarte de que esté cómodo. En particular, en lo que respecta a la alimentación.
Cómo hacer que tu gato se sienta cómodo
Hay ciertos cambios en la vida diaria de su gato que pueden incomodarlo, especialmente cuando come. Puede tratarse de un olor nuevo (el nuevo producto que has comprado para limpiar su cuenco), la aparición de ruidos desconocidos o la llegada de un nuevo compañero a tu casa. Todo esto puede hacer que tu gato se bloquee y pierda el apetito. Para garantizar un entorno seguro, cómodo y agradable para tu gato, hay ciertas reglas que debes seguir.
Proporciona un espacio cálido para que tu gato coma. Un lugar donde se sienta seguro. Los gatos son extremadamente sensibles a los olores. Por eso te aconsejamos que elijas un bol de acero inoxidable o de cerámica en lugar de uno de plástico. Esto se debe a que el plástico retiene los olores mucho más fácilmente.
Es aconsejable lavar los cuencos con mucha regularidad. Al menos una vez al día, para asegurar el confort de tu gato. También para evitar posibles alergias, especialmente con los cuencos de plástico. Además, evita colocar el cuenco demasiado cerca de la caja de arena. Los gatos aprecian cuando cada área está claramente definida. A los gatos les gusta mantener las diferentes áreas separadas. Esto es para que no mezclen las cosas o ensucien el cuenco haciendo sus necesidades en la caja de arena.
Si los gatos son sensibles a los olores, también lo son a la temperatura ambiente. No les gusta la comida demasiado fría o demasiado caliente. Tienen miedo de quemarse, igual que nosotros. Por lo tanto, a los gatos les gusta la comida a temperatura ambiente, normalmente a unos 38 o 40 grados. Por debajo de esta temperatura, tenderán a ignorar su comida o al menos a comer una pequeña cantidad. Los estudios han demostrado que elevar un alimento de 20 a 40 grados aumenta la ingesta de comida del gato en un 80%. Esto se debe a que la temperatura de la comida está más cerca de la de la presa cuando el gato está cazando.
Prefiere la gelatina a la comida picada
A los gatos les gusta masticar su comida para calentarla antes de que entre en su tracto digestivo. Por lo tanto, es preferible servirles comida en gelatina, en bloques, en lugar de comida picada. Este último se tragará en un santiamén, ya que está precortado. Es importante tener en cuenta que la gelatina, que requiere que tu gato la mastique previamente, también es más digerible. Esto se debe a que se consume más lentamente y, por lo tanto, llenará el estómago de tu gato más rápidamente. Además, los alimentos en gelatina requieren que los gatos traguen trozos grandes. Esto contrasta con la comida picada, que se corta en rodajas finas.
Ayudar a tu gato haciendo que la comida sea más atractiva
¿A tu gato no le gusta la comida que le sirves? Que no cunda el pánico. Hay otra opción mucho más eficaz. Puedes hacer que la comida sea más atractiva, sin cambiarla por completo. Por ejemplo, puedes probar de mojar el pienso con caldo para ablandarlas. Esto lo hará más apetecible.
Si a tu gato le gusta la comida blanda, será feliz. Otro consejo es añadir aceite de salmón a la comida que tu gato no quiere comer. El apetitoso olor del aceite de salmón hará que tu gato quiera comer. Por tanto, es posible hacer apetecible algo que normalmente no es apetecible para un gato. Dale un poco de tiempo y ten paciencia.