Cuando un gato maúlla junto a su cuenco vacío, suele ser porque esta encantadora bola de pelo está pidiendo una ración extra de comida. Entonces es legítimo considerar que el animal tiene hambre y darle lo que pide. Sin embargo, esta interpretación no es automáticamente correcta. Merece la pena entender por qué tu gato pide siempre comida y cómo afrontarlo si se vuelve demasiado recurrente.
¿Por qué mi gato siempre pide comida?
Un gato que siempre tiene hambre puede ser simplemente muy glotón, quisquilloso o tener una enfermedad.
Mi gato tiene un parásito
Al lamerse, comer sus presas o incluso jugar al aire libre, un gato puede contraer fácilmente parásitos. Algunas de estas plagas, como las garrapatas y las pulgas, colonizan el pelaje del animal y se alimentan de su sangre picando la piel. Otras plagas, como las lombrices intestinales, se instalan en el cuerpo del gato y absorben directamente los nutrientes de su comida. De este modo, privan al gato de los nutrientes de la comida. Los parásitos, ya sean internos o externos, provocan entonces un debilitamiento progresivo y generalizado del gato. El cuerpo del gato, sin entender la razón de esta pérdida de energía, intenta compensar la falta comiendo más. Como resultado, aumenta la demanda de croquetas y alimentos por parte del gato.
Mi gato tiene una enfermedad
Las infecciones importantes y los virus comunes en los gatos pueden provocar una necesidad constante de comer. Ya sea diabetes, cáncer o hipertiroidismo, el cuerpo del gato tiene dificultades para asimilar los nutrientes de su comida debido a la alteración que provoca la enfermedad. Para compensar estas carencias y luchar contra las bacterias que lo acosan, el animal pide entonces comer más. Porque la abundancia de comida parece ser la única forma de sentirse bien.
Mi gato se aburre
Comer es una ocupación como cualquier otra, tanto para los gatos como para los humanos. Por eso, a veces el gato siempre pide comida para aliviar el aburrimiento y mantenerse ocupado. Aunque sólo sea para una comida. En efecto, cuando un gato maúlla junto a su cuenco cuando ya ha recibido su ración habitual de comida, esta manifestación sonora puede significar que el animal necesita una actividad y busca algo que hacer. De hecho, el apetito no siempre es el motor de la petición. Alimentar a tu gato no es necesariamente la respuesta adecuada.
La comida de mi gato no es adecuada
Los gatos son gourmets. Encontrar las croquetas y los alimentos adecuados para satisfacer el apetito de tu mascota puede ser una tarea compleja. Sobre todo porque algunas razas tienen tractos digestivos especialmente delicados, que requieren una dieta especial. Además, no todas las marcas de comida para gatos ofrecen productos de igual calidad. La composición de las recetas afecta directamente al comportamiento del gato.
La dieta del gato debe ser equilibrada, con una alta proporción de proteínas, carbohidratos, vitaminas, grasas y minerales. Si la dieta es desequilibrada, el gato buscará una compensación comiendo más. Además, algunas marcas añaden ingredientes que estimulan el apetito. Estas fórmulas hacen que el animal demande instintivamente porciones más grandes.
Mi gato siempre pide comida, ¿qué debo hacer?
Ahora que ya conoces las razones por las que tu gato te pide comida constantemente, te explicamos cómo remediar la situación.
Mantener al gato ocupado
Lo primero que hay que hacer cuando un gato pide siempre comida (sin que le parezca legítimo a su dueño) es comprobar que el hambre es el verdadero motivo de sus maullidos. Para ello, basta con desviar la atención del animal de su cuenco ofreciéndole una actividad como jugar, mimos o ser cepillado. Si el gato responde a la sugerencia del propietario, es porque estaba tratando de aliviar el aburrimiento y no tenía realmente hambre. Montar juegos para perseguir la comida será un buen paliativo a sus exigencias, aunque estas distracciones no sustituirán totalmente la atención que debe recibir una mascota a diario.
Cambiar y controlar la dieta del gato
La dieta de un gato debe cambiar a lo largo de su vida. De hecho, existen gamas de alimentos especiales para los gatos mayores, los jóvenes y los castrados. Cada receta está diseñada para satisfacer las necesidades del gato aportando los nutrientes necesarios para mantenerse en óptimas condiciones. Por ello, es importante que el propietario elija las croquetas y la comida para su mascota en función de su perfil y su estado de salud actual.
Además, deben evitarse ciertos alimentos comunes de la cocina en la dieta de un gato, ya que pueden alterar el organismo y el apetito. Las proteínas crudas (huevos, carne y pescado), por ejemplo, pueden contener bacterias y causar infecciones. Los restos de la mesa, los huesos y la leche no forman parte de la dieta normal del gato y deben evitarse. Leer más: TOP 26 alimentos peligrosos para los gatos.
Estimar la cantidad adecuada de alimentos es también un punto fundamental. No conocer el tamaño de la ración media diaria puede llevar a que el gato la pida repetidamente. Las tablas detalladas ayudan a determinar, en función del peso, la edad y el estado de salud, cuántas raciones debe comer un gato al día para recibir una nutrición adecuada. Algunos gatos son perfectamente capaces de regular su propia ingesta de alimentos. Si el menú del gato es equilibrado, dejar una porción disponible resolverá el problema de la alimentación.
El cuidado del gato
Un apetito insaciable en los gatos puede ser un síntoma de una enfermedad grave. Si el aburrimiento o la mala calidad de la comida no son la causa de los maullidos, hay que buscar otros posibles motivos del apetito insaciable.
Por ejemplo, un gato que se rasca frenéticamente y siempre pide comida suele ser señal de que tiene parásitos en la piel. Un rápido examen del pelaje revelará la presencia de pulgas u otras plagas.
Un gato diabético tiende a beber mucho y a orinar con frecuencia, además de pedir constantemente comida.
Cuando un gato vomita, se muestra hiperactivo o jadea pidiendo más comida, este comportamiento puede indicar un problema de tiroides.
Sin la ayuda de un veterinario, puede ser difícil determinar exactamente por qué un gato está siempre pidiendo comida. Las razones pueden estar directamente relacionadas con la cantidad y la calidad de los alimentos. Pero también puede ser una reacción al aburrimiento.
El apetito constante de un gato suele ser síntoma de un problema más grave, ya sea la presencia de parásitos en el organismo o una enfermedad.
En cualquier caso, cuando los hábitos alimenticios de un gato cambian repentinamente sin razón aparente, lo mejor es consultar a un profesional para averiguar la causa del apetito repentino. Esto se debe a que la obesidad en los gatos puede provocar otras complicaciones que reducen su calidad de vida. Por lo tanto, tanto si el gato necesita más atención de su dueño como si tiene una condición médica, es importante intervenir rápidamente.