Como todos los demás miembros de la familia, los perros no pueden mantenerse vigorosos y jóvenes para siempre. Inevitablemente, empiezan a envejecer. Para que tu perro goce de buena salud el mayor tiempo posible, debes estar atento a los signos del envejecimiento. Hola Mascotas te da algunos consejos prácticos para hacer frente a un perro que envejece.
¿A qué edad empieza a envejecer un perro?
El proceso de envejecimiento de un perro depende de su raza y tamaño. En general, se considera que un perro es senior cuando entra en el último tercio de su esperanza de vida.
Las razas gigantes como el Terranova y el Gran Danés tienen una esperanza de vida media de ocho años. Por tanto, se consideran perros senior a partir de los cinco años. Las razas más grandes, como el Bouviers de Flandres y el Pastor Alemán, tienen una esperanza de vida de entre ocho y diez años. Se puede considerar que empiezan a envejecer cuando alcanzan los seis o siete años.
Los animales de tamaño mediano, como los Huskies y los Spaniel de Bretaña, viven una media de entre doce y catorce años. Se consideran viejos a partir de los ocho o nueve años. Por último, los perros pequeños como el Westie o el Yorkshire terrier son los más longevos. Tienen una esperanza de vida de entre catorce y dieciocho años. Se consideran perros viejos en torno a los diez años.
Señales de que tu perro envejece
Tu pequeño compañero no te dirá que está envejeciendo. Por eso, es fundamental estar atento a los primeros signos de envejecimiento. Además del factor edad, si estás atento, podrás detectar rápidamente estos signos para ofrecerle una mejor calidad de vida y adaptar sus cuidados a su estado actual.
Signos físicos
Al igual que los humanos, a medida que los perros envejecen, su metabolismo se debilita y ralentiza. Pierden vitalidad y tono. Como consecuencia, se vuelven menos activos: juegan menos que antes, corren poco o nada y se vuelven más perezosos a la hora de realizar ciertas actividades.
Los perros mayores pierden masa ósea gradualmente y sus articulaciones se vuelven cada vez más rígidas, normalmente debido a la aparición de la artrosis. Como consecuencia, tardan más en levantarse y les pueden doler las articulaciones. Una vez de pie, el perro puede empezar a temblar. En muchos canes domésticos, como los pastores alemanes, el primer signo de envejecimiento es la parálisis de los cuartos traseros. En estos casos, la eutanasia es, por desgracia, la única solución para evitar que el animal sufra dolor.
A medida que el perro envejece, es muy probable que experimente una disfunción o ralentización en el funcionamiento de sus sistemas internos y diversos órganos. Su pelaje se vuelve opaco (pelo más fino, blanco) y su piel tiende a secarse. Muy a menudo, tu mascota empezará a mudar más de lo habitual. No es raro que sus dientes se vuelvan quebradizos. En algunos casos, la boca del perro puede aflojarse o infectarse.
Las pupilas de un perro que envejece pueden ser menos sensibles y su visión puede volverse borrosa. Puede sufrir cataratas seniles. Esta enfermedad se manifiesta por la aparición de una capa de neblina blanca o azulada en el cristalino. En este punto, el animal puede chocar a menudo con muebles, paredes u otros objetos.
Los perros que envejecen también pueden sufrir insuficiencia renal o problemas intestinales (estreñimiento, diarrea, incontinencia, etc.). Se cansan cada vez más e incluso pueden olvidar su memoria.
Signos psicológicos
Los signos psicológicos suelen acompañar a los físicos. A medida que un perro envejece, se puede notar una disminución de su entusiasmo. Sus dueños, los juegos a los que juega… Puede que la mayoría de las cosas que antes le hacían feliz ya no le interesen. El animal puede carecer de motivación y capacidad de respuesta. Tiende a recluirse en casa. La desorientación en lugares que solía conocer muy bien es un signo psicológico que puede alertarle. Algunos perros que envejecen se vuelven rápidamente irritables y agresivos. También pueden ladrar o llorar de forma inoportuna e inexplicable.
Adaptarse a un perro que envejece: los reflejos adecuados
Los perros necesitan más atención a medida que envejecen. Por eso hay que vigilar su peso, su estado general de salud y su alimentación, y ayudarle a adaptarse a su nueva condición.
Intensificar el seguimiento médico
Cuanto más envejece tu mascota, más se deteriora su salud. Por tanto, son más vulnerables a ciertas enfermedades como :
- cáncer
- insuficiencia renal
- enfermedades pulmonares y cardiovasculares
- problemas articulares
- depresión
- incontinencia urinaria y enfermedad periodontal.
Para ello, es fundamental realizar un cribado precoz que permita conocer mejor los problemas de salud y el comportamiento de tu perro. Por ello, debes intensificar las revisiones periódicas con tu veterinario. Lo ideal es realizar al menos dos revisiones completas al año. Esto te permitirá detectar cualquier enfermedad subyacente y obtener asesoramiento sobre la mejor manera de ayudar a tu perro en esta etapa de su vida.
Además, tu veterinario conoce a la perfección cómo envejecen los perros y los problemas que pueden encontrar. Examinará a fondo a tu pequeño amigo peludo y tomará nota de cualquier síntoma de envejecimiento. Entonces podrás poner en marcha los tratamientos necesarios para aliviar los síntomas.
En la vejez, también tendrás que vigilar el peso de tu perro. La obesidad a esta edad puede poner a prueba sus huesos, su corazón y otros órganos vitales.
Adapta la dieta de tu perro a sus nuevas necesidades
Con el paso de los años, el metabolismo de tu perro se ralentiza, se vuelve menos eficaz y digiere peor los alimentos. Como consecuencia, tiene dificultades para asimilar los nutrientes esenciales para mantener su salud actual. Esto puede provocar estreñimiento, vómitos y diarrea. También es probable que se vuelvan menos activos a medida que envejecen, y pueden acumular rápidamente grasa en el cuerpo. Las necesidades energéticas de un perro pueden disminuir hasta un 20%.
Para conseguirlo, debes adoptar una dieta baja en calorías y rica en proteínas. Sin embargo, debes mantener la ingesta de nutrientes esenciales de tu perro. Por tanto, no es aconsejable reducir sus raciones habituales de croquetas. Esto podría provocar una carencia de minerales y vitaminas. Lo ideal es darle croquetas nuevas especialmente formuladas para perros senior. Dale prioridad a las croquetas ricas en ácidos grasos (omega-6 y omega-3) y vitaminas B, C y E. La vitamina E y los omega-3 y 6 ayudan a proteger la piel de tu perro de infecciones y a mantener su pelaje brillante. Las vitaminas C y E contribuyen a reforzar el sistema inmunitario de tu mascota.
También debes asegurarte de que las croquetas de tu mascota no contengan demasiado azúcar. El azúcar puede perjudicar seriamente la salud de tu mascota. Si tienes la costumbre de preparar tú mismo el menú de tu mascota, es esencial que la comida esté compuesta por verduras, carnes y alimentos ricos en almidón.
Por último, debes asegurarte de que tu perro esté bien hidratado. La movilidad y la reducción de la actividad física pueden hacer que tu perro beba menos. En este caso, puedes ofrecerle una comida con suficiente agua. En caso de duda, pide consejo a tu veterinario.
Ofrece a tu perro actividades adecuadas a su edad
Es probable que hayas adquirido el hábito de pasear a tu can doméstico durante largas distancias. Desgraciadamente, a estas alturas, puede que ya no sea capaz de completar su ruta habitual. Pero no hay por qué alarmarse todavía. Aunque sea mayor, tu mascota sigue necesitando ejercicio físico. Lo único que tienes que hacer es adoptar una nueva ruta que le resulte menos estresante. Puedes llevarle a dar un paseo de diez minutos alrededor de la manzana. Evita a toda costa el «tira y trae». Este juego ya no se adapta a su estado de envejecimiento. Prefiere juegos intelectuales que le ayuden a mantener sus capacidades cognitivas.
Crea el entorno adecuado para tu perro senior
Para que tu bola de pelo se mantenga correctamente durante este periodo de su vida, es importante proporcionarle un entorno adecuado. Para ello, puedes colocar un cojín blando en su cama. Esto resultará muy cómodo para las articulaciones de tu perro. Si tu perro está perdiendo la vista poco a poco, ayúdale eliminando posibles obstáculos de su camino. Evita también las escaleras y superficies resbaladizas.