Cuidar regularmente a tu perro es beneficioso por dos razones. En primer lugar, ayuda a mantener una relación de confianza y complicidad con tu amigo peludo, y en segundo lugar, ayuda a detectar precozmente cualquier anomalía o signo de enfermedad. Así que aquí te explicamos cómo limpiar los ojos de tu perro.
Acostumbrar el perro a su aseo
A las mascotas no les gusta necesariamente que un ser humano las limpie. Por lo tanto, es necesario acostumbrar a tu perro a limpiarse los ojos desde una edad muy temprana.
Manéjalo a menudo
Si tu perro está acostumbrado a ser manipulado desde una edad temprana, será mucho más cooperativo a la hora de asearlo o limpiarlo.
Un cachorro es frágil, así que sé dulce. Repite la misma manipulación varias veces. Sólo cuando esté tranquilo y de buen humor: sin jugar, comer o dormir. Toca sus patas y almohadillas, abre su boca para mirar los dientes, rasca sus orejas, bloquea su hocico… Todas las manipulaciones son posibles, siempre sin prisas, pero no le molestes más de 1 o 2 minutos. Tu perro bebé debe acostumbrarse gradualmente a estos gestos. No olvides que inevitablemente pasará por las manos de un veterinario durante su vida. Aunque probablemente nunca se sienta muy cómodo, no debe ser agresivo ni tener pánico. Un perro que no se deja tratar o limpiar puede causar verdaderos problemas. Esto es especialmente cierto cuando el perro tiene que someterse a un tratamiento a largo plazo o a cuidados después de una operación.
Hacer el cuidado y el mantenimiento
El cuidado y mantenimiento regular de los ojos, los oídos y los dientes de tu perro es muy importante. Ten paciencia, ya que a algunos perros no les gusta que los toquen. Sin embargo, es esencial acostumbrarlos a manipulaciones ligeramente desagradables y no sólo a las caricias.
Limpiar los ojos y la zona que los rodea es algo que se puede hacer sin miedo. Pero cuidado, los ojos son órganos frágiles y un tratamiento inadecuado puede empeorar la situación. No dudes en consultar a un médico en cuanto notes cualquier problema inusual.
Cómo limpiar los ojos de un perro
Los ojos del perro son órganos sensibles, por lo que es necesario limpiarlos sin prisas y siguiendo el método adecuado.
¿Cuándo limpiar los ojos de tu perro?
Los ojos del perro deben estar siempre lisos, húmedos y brillantes, sin secreciones purulentas o abundantes, y la membrana mucosa debe ser rosada.
Los ojos sólo deben limpiarse cuando sea necesario: cuando haya costras en el ángulo interno del ojo o cuando los ojos estén llorando. Pero los perros con ojos saltones, como los pequineses o los carlinos, requieren un cuidado más frecuente, ya que son propensos a la irritación e infección de los ojos. Otras razas con la cara arrugada, como el Shar Pei o el Bulldog Inglés, entre otras, están genéticamente predispuestas a tener ojos llorosos. Los Cockers, Bobtails o Briards también requieren cuidados regulares.
Algunos perros de forma general, son alérgicos al polen y en esta época sus ojos pueden irritarse. Tendrás que ocuparte de limpiarlos.
Qué utilizar para limpiar los ojos de tu perro
Para limpiar los ojos de tu mascota, puedes utilizar una loción ocular especial para perros que se compra en la farmacia o en el veterinario. También puedes utilizar una solución salina de dosis única, que también se utiliza para los seres humanos. Mejor optar por productos naturales.
Se pueden utilizar compresas estériles para eliminar las impurezas lagrimales y recoger el exceso de líquido. También se pueden utilizar almohadillas de algodón, pero no algodones esponjosos o telas irritantes.
Presta atención a las fechas de caducidad de los productos. Tíralos si ya ha pasado la fecha. Una botella abierta no durará mucho tiempo. Comprueba cuánto tiempo puede conservarse después de abrirse y considera la posibilidad de anotar en una etiqueta la fecha en que se abrió.
La técnica adecuada
Intenta no agarrar a tu perro, sino atraerlo hacia ti. Llámalo, acarícialo al principio y habla con él. Es mejor colocarse junto a él en el suelo en lugar de ponerlo en alto. Sin embargo, si el perro está acostumbrado a que lo acicalen, puedes ponerlo sobre una mesa. Esto será más cómodo para tu espalda, pero antes de nada tienes que pensar en el perro. Si el perro tiene aprensión a la peluquería o tiene una mala experiencia con el veterinario, es mejor no traerle malos recuerdos.
Para limpiar los ojos del perro lo mejor posible, preséntale el frasco y deja que lo huela. A continuación, coloca una mano en la parte superior de la frente del perro y levanta su cabeza hacia atrás estirando el párpado. Levanta su barbilla con la otra mano y pon unas gotas del producto en su ojo. Evita ser demasiado directo cuando muevas la botella hacia delante. Muévela fuera del campo de visión del perro, hacia un lado o hacia atrás.
A continuación, masajea la frente con el párpado cerrado. Limpia la suciedad con la almohadilla y recoge el exceso de loción desde el interior del ojo hacia el exterior. Procede de la misma manera para el otro ojo, siempre con gestos tranquilos para no asustar al animal.
No olvides felicitar a tu perro si se ha portado bien.
A veces se puede ver el suero que sale de la nariz, lo cual es normal. Esto significa que el conducto lagrimal que va del ojo a la nariz no está bloqueado.
Si observas que los ojos de tu mascota presentan una secreción abundante, verde o purulenta, consulte al veterinario. Hay veterinarios especializados en oftalmología.
Enfermedades oculares en los perros
Tu mascota puede padecer diversas enfermedades oculares.
Conjuntivitis
Se trata de una inflamación de la membrana que recubre el interior del párpado. Al igual que en el caso de los humanos, puede ser causada por el polvo o la suciedad, pero también puede ser un signo de una infección bacteriana o de la presencia de un virus. En este último caso, la limpieza diaria de los ojos no será suficiente y el veterinario deberá prescribir un tratamiento antibiótico. Los síntomas se detectan fácilmente: los ojos están rojos e irritados, gotean y los párpados están hinchados.
Cataratas
Esta enfermedad se caracteriza por una opacificación del cristalino (lente transparente del interior del ojo) que provoca una disminución de la agudeza visual. Un velo blanco nubla la visión del animal hasta dejarlo gradualmente ciego. El tratamiento temprano de la enfermedad puede retrasar la ceguera. Por eso es importante la observación de los ojos, sobre todo en ciertas razas predispuestas como los Huskies o los Cockers.
Las cataratas no son curables al 100% y afectan principalmente a los perros mayores o diabéticos. Sin embargo, existen complementos alimenticios para prevenir la aparición de esta enfermedad.
Uveitis
La uveítis es la inflamación de la úvea, un vaso sanguíneo cercano a la retina, que se manifiesta por el enrojecimiento y la secreción del ojo, así como por la sensibilidad a la luz. Se trata con colirios y comprimidos antiinflamatorios. Una revisión exhaustiva de los ojos de tu perro también puede prevenir esta enfermedad y tratarla antes de que empeore. La uveítis suele ser el resultado de otros problemas de salud.
Ectropión y entropión
Se trata de deformidades del párpado que son más comunes en los chihuahuas, jack rusos, pinschers y algunos perros. El borde del párpado se gira hacia fuera (ectropión) o hacia dentro (entropión). En el caso del entropión, el roce de las pestañas con el globo ocular afecta a la córnea, desde el lagrimeo hasta la ulceración.
El perro será tratado manteniendo el ojo húmedo con lágrimas artificiales.
Glaucoma
Se trata de una enfermedad dolorosa causada por la presión arterial alta en el ojo, que daña la retina y el nervio óptico. El glaucoma puede ser hereditario en algunas razas: spaniel inglés, retriever de pelo corto, samoyedo o beagle. De lo contrario, puede estar causada por varios factores, como una inflamación del ojo, una lesión o un tumor.
Los ojos del perro están repentinamente rojos, hinchados o llorosos y es difícil abrir los párpados. Se prescribe un tratamiento con gotas y, a veces, es necesaria la hospitalización.
No todas las enfermedades oculares deben tomarse a la ligera.