«¡Qué perro más obediente!», «¡Qué perrito más simpático! Esto es lo que oirás de tus amigos y familiares cuando vean lo que tu mascota es capaz de hacer. A muchas personas les resulta muy difícil enseñar a su perro a sentarse. Otros ni siquiera lo intentan, por considerarlo innecesario. Sin embargo, enseñar a su perro a sentarse tiene sus ventajas. Es la puerta de entrada al adiestramiento canino y a un comportamiento seguro y controlado.
¿No te sientes capaz de afrontar el reto o te sientes abrumado por él? ¿Te preocupa no ser capaz de enseñar a tu perro a sentarse? No te preocupes, te daremos las claves para que el adiestramiento de tu labrador, husky o teckel sea todo un éxito.
¿Por qué enseñar a mi perro a sentarse?
¿Por qué es importante enseñar a tu perro a sentarse? En términos más generales, ¿por qué es importante adiestrar a un animal de compañía? ¿Por qué es esencial que obedezca órdenes y que evolucione dentro de un marco impuesto no por él, sino por su amo?
Para que tu mascota se convierta en el compañero fiel que tanto sueñas tener, y para que su relación no se estropee por una desobediencia constante, es esencial establecer normas desde el momento en que tu mascota llega a tu casa. Un perro, sobre todo si es grande, no debe comportarse sin límites y restricciones. Es importante para tu seguridad, la de tu amigo de cuatro patas y la de quienes le rodean.
Sentarse: la base del adiestramiento canino
Todo adiestramiento de animales implica la etapa crucial de aprender las órdenes «sentado», «echado» y «de pie«. Son las tres posturas básicas que tu perro debe conocer y aceptar rápidamente cuando se le da la orden. «Sentarse» debe aprenderse incluso antes que «tumbarse». El perro debe dominar esta primera postura antes de poder reproducir la siguiente.
En un contexto estresante o cuando se encuentra con un elemento exterior (niño, cartero, etc.), el animal puede encauzarse muy rápidamente. Estas posiciones le proporcionan un marco de referencia. Además, un Beauceron, un Husky siberiano o un Tosa parecen menos impresionantes sentados o tumbados que de pie. Por lo tanto, algunas situaciones pueden apaciguarse fácilmente simplemente haciendo que el animal se siente.
¿Cuándo sentar al perro?
Ya sea un perro pequeño, grande, mimoso o solitario, hay que adiestrarlo y acostumbrarlo a obedecer la orden de sentarse. Así se garantiza que el dueño mantenga el control, independientemente de la situación. Cuando dos perros se encuentran, es esencial que se sienten juntos antes de enfrentarse. Esto les da tiempo para evaluarse mutuamente y prepararse para el contacto. Así se prevén y evitan muchas peleas.
Cuando tienes invitados en casa, sentar al perro también evita que corra hacia ellos y les haga daño o les asuste. Una vez más, estás proporcionando seguridad y anticipándote.
Otra situación en la que debes decirle a tu mascota que se siente es cuando estás con él en un espacio cerrado con diferentes personas que tu mascota no conoce, en un ascensor o en una tienda, por ejemplo.
Por último, cuando espere delante de una tienda, en la puerta del colegio o al cruzar una calle, tu perro esperará más prudentemente si está sentado.
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¿Cómo enseño a mi perro a sentarse?
La clave de la obediencia es tener claros y aceptados los papeles del hogar. Esta división de estatus debe estar clara para ambos. De estos roles bien definidos surgirán actitudes, lenguaje corporal y elementos lingüísticos significativos. Así, la voz y los gestos del amo deben ser coherentes con su posición como quien da la orden. Por otra parte, dado que la expresión corporal es el principal medio de comunicación del perro, debe ser escuchada y comprendida por el adiestrador. Aparte de la postura, que es el elemento básico de cualquier enseñanza, existen diferentes métodos para enseñar fácilmente a tu perro a sentarse.
El método pasivo para enseñar la orden «sentado» a tu perro
Las técnicas propuestas son sin coacción y sin violencia para el animal. En un enfoque positivo y benévolo de la educación, el perro debe aceptar la orden dada. El método pasivo consiste en estar atento y esperar a que el animal se ponga en posición sentada. En ese momento, hay que decir «sentado» y elogiarle.
La idea es que asimile la palabra «sentado» con su posición y la recompensa verbal del elogio. Para provocar estas situaciones en las que seguro que le verás sentarse, lo ideal es compartir con él momentos de juego. Antes de lanzar una pelota, el perro se sentará de forma natural para seguir el objeto con la mirada y prepararse a correr.
El método activo para enseñar a tu perro a sentarse
En este proceso, ya no esperamos a que nuestra mascota se siente, sino que provocamos la posición sentada. La coacción física y la violencia no son necesarias en ningún caso. No debes presionar los cuartos traseros del animal para obligarlo a adoptar la postura deseada.
Una situación en la que es probable que tu mascota se siente es cuando le ofrece comida. Agáchate con una golosina en una mano. Muéstrale el contenido manteniéndote a una distancia de su boca (unos 20 cm) y, a continuación, levántate mientras elevas suavemente la comida por encima de su cabeza. Naturalmente, el perro se pondrá de pie sobre sus cuartos traseros. Morfológicamente, le resulta difícil mantener la cabeza erguida. Para estar cómodo, se sentará. En ese momento, repite varias veces la orden de sentarse y elógielo. Dale la recompensa en la mano y una palmadita.
Repite el ejercicio varias veces, disminuyendo la cantidad del premio y terminando sólo con un elogio y una palmadita. La primera vez, este ejercicio debe realizarse en un lugar sin ruido y sin ninguna tentación para el animal. Después, cuando domine la orden, el entrenamiento debe realizarse en situaciones menos cómodas (ruido, otras personas, otro animal, etc.).
Algunos consejos para conseguir que tu mascota haga la orden «sentado»
Cuando tu perro tienda a saltar sobre la golosina en lugar de sentarse, debes guiarle físicamente un poco. Puedes tocarle la babilla para que se siente. Se trata de la articulación de la pata trasera, entre el muslo y la pierna. Ten cuidado de no forzar al perro a sentarse. Imponerle una coacción física provocará inevitablemente frustración y riesgo de mordiscos.
Otro consejo es jugar. Enseñar una orden a través del juego es la mejor forma de hacerlo y, sobre todo, de pasarlo bien. Y lo más probable es que tu mascota sea un cachorro o un perro joven y peleón al que le encantan estos momentos contigo.
Cuando tu perro haya decidido no hacerte caso y se niega obstinadamente a sentarse, puedes sujetarle por el collar y las caderas y tirar suavemente de él hacia atrás, haciendo pequeñas rotaciones. Esto le quitará al perro el apoyo y le obligará a sentarse.
El cuarto consejo que podemos darte es que tengas paciencia. Algunos perros tardan más que otros en aprender la orden «siéntate».
Y, por último, nuestro último consejo es no realizar sesiones de adiestramiento demasiado largas y repetidas. Dos o tres momentos de trabajo al día son más que suficientes.
Ahora ya tienes las claves para enseñar a tu perro a sentarse. ¡Ten confianza en ti mismo y en tu mascota! ¡Todo depende de ti!
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