Tener un perro como mascota es maravilloso. Pero tener un perro bien adiestrado es aún mejor. Desde una edad temprana, un cachorro puede aprender trucos básicos como «sentarse», «agacharse», «tumbarse» o «dar la pata». Y este aprendizaje debe hacerse en orden cronológico. Tras la orden de sentarse, el siguiente paso es enseñar a tu fiel amigo a tumbarse.
Tumbarse es una postura natural del perro cuando quiere relajarse o echarse una siesta. Pero cuando se quiere que adopte esta postura a demanda, la cosa cambia. Necesitará paciencia y perseverancia por tu parte. A continuación te explicamos cómo enseñar a tu perro a tumbarse.
La orden «tumbarse»: ¿por qué enseñársela a tu perro?
Una cosa es segura: la orden «tumbarse» no es un adiestramiento que se aplique para imponer al perro la hora de la siesta. Enseñar a tu perro a tumbarse te ayudará en muchas situaciones, pero no en ésta. Esta postura puede aplicarse, por ejemplo, para hacer esperar a tu mascota cuando estés ocupado o cuando te encuentres en un lugar público o en un transporte público. Cuando esté quieto y atento a lo que le rodea, las personas que estén a su alrededor se sentirán tranquilas. Además, un perro en esta postura siempre impresiona menos que un perro sentado.
Otro dato importante a tener en cuenta es que el perro considera que estar tumbado es una postura de sumisión. Probablemente ya te habrás dado cuenta de ello al levantar la voz cuando tu perro hace alguna tontería. Se tumbará en el suelo y meterá la cola porque tiene miedo de que le regañen. Por eso es importante la orden «tumbarse». Te permitirá reorientar a tu fiel compañero y ponerle en su sitio cuando empiece a poner a prueba tu autoridad.
Aprender la orden «tumbarse» también es fundamental para encauzar a un perro revoltoso. Lo mismo se aplica a los perros agresivos con las personas y otros animales.
Lo básico que hay que saber antes de empezar
Un perro tiende a utilizar esta postura todos los días para sus momentos de respiro. Por eso, le resulta difícil entender lo que quieres de él.
Un cachorro es mucho más fácil de adiestrar que un perro adulto. Pero en ambos casos, deberás tener paciencia y estar bien preparado. La organización, la paciencia, la preparación y la perseverancia son las claves del éxito del adiestramiento.
Antes de empezar cada sesión de adiestramiento, proporciónale golosinas. La recompensa es esencial para que tu perro sepa que va por buen camino. El adiestramiento también debe realizarse en un lugar tranquilo, lejos del ajetreo de las zonas urbanas y de otros animales. De lo contrario, tu perro se distraerá y no aprenderá correctamente. Es mejor empezar en una habitación tranquila de tu casa que en el jardín. Poco a poco, a medida que vayas dificultando el ejercicio, podrás hacerlo en una zona más concurrida.
El adiestramiento antes de acostarse debe realizarse en un momento en que el perro esté tranquilo. Evita sustituir los paseos o las sesiones de juego por un ejercicio de adiestramiento. De lo contrario, tendrás un perro excitado que sólo pensará en sus paseos o en su juguete favorito. También es importante tener en cuenta que una sesión de adiestramiento para aprender la orden «tumbarse» no debe superar los 15 minutos al día.
Técnicas para enseñar a un perro a tumbarse
Básicamente, existen tres métodos para enseñar a un perro a «tumbarse». Puedes hacerlos todos, pero asegúrate de que entiende bien cada paso antes de pasar al siguiente.
El método básico
Es el método más sencillo. Puede utilizarse en cuanto tu mascota aprenda la orden de «sentarse». Para ello, ordena a tu perro que se siente. En cuanto lo haya hecho, agárrale suavemente de las dos patas delanteras y tira de ellas hasta que tu perro esté completamente tumbado. Acompaña este gesto con la palabra «túmbate».
Si lo haces así, tu perro asociará fácilmente esta orden con su posición. Es aconsejable repetirlo varias veces seguidas hasta que tu mascota haya comprendido los principios de este adiestramiento. Ten en cuenta que, por cada avance, debes recompensarle con una golosina. Sólo así entenderá que le ayudas a progresar. Y, sobre todo, no fuerces nunca a tu mascota, ya que sólo conseguirás que se resista más.
El método pasivo
Con esta técnica, no tienes que mover las patas de tu perro ni ordenarle que se siente. El principio de este método de adiestramiento consiste en esperar a que el perro se tumbe por sí solo y decirle simplemente «túmbate». Ten cuidado de no hacerlo ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Tendrás que ser paciente y escuchar las necesidades de tu perro.
Si haces esto cada vez que sorprendas a tu perro tumbado, acabará entendiendo la orden. También puedes utilizar este método pasivo si deseas enseñar a tu perro a sentarse.
El método activo
Ésta es la técnica que más implicará a tu mascota. Para ello, anima a tu mascota a sentarse. A continuación, pón una golosina en la mano y hazle saber. Extiende la mano y deja que se acerque. Cuando esté a punto de olerla, baja la mano suavemente hasta el suelo. A continuación, aléjala gradualmente, rozando el suelo. Tu perro tendrá que tumbarse para alcanzar la golosina. Cuando esté en la posición deseada, di «tumbado» y dale su golosina. Repite el ejercicio varias veces a la semana hasta que tu perro haya asociado definitivamente la posición con la orden.
La forma correcta de enseñar a mi perro a tumbarse
No todo el mundo es adiestrador canino. Pero, aun así, puedes adiestrar a tu perro con las acciones correctas. Por falta de experiencia, muchas personas tienden a precipitarse en los pasos. Pero al intentar ir más rápido, se pueden cometer errores. Si no respetas el ritmo de tu mascota, se cansará rápidamente de las sesiones de adiestramiento. Como resultado, siempre tendrás que volver al principio.
Adiestrar a un perro para que se tumbe nunca debe ser tomado como un castigo por tu mascota. Por tanto, evita gritarle si tiende a desobedecer. Si notas que no está de humor para sus lecciones, deja pasar esta fase antes de volver a intentarlo. De lo contrario, si pierdes la paciencia y levantas la voz, asociará la orden con tu enfado.
También es importante que nunca utilices esta orden para enviar a tu perro a su cama, y mucho menos para castigarle. Comprende que la palabra «tumbarse» en el adiestramiento canino sólo debe utilizarse cuando sea útil.
Otro punto que debes recordar es que sólo debes pedirle la orden a tu perro cuando esté preparado. Evita decir «túmbate» si está comiendo o jugando.
Por último, elogia a tu perro con caricias y palabras de ánimo, no sólo con premios, cuando obedezca.