El sobrepeso y la obesidad afectan a cerca del 40 % de los perros en Europa, según varios estudios. Si tu perro es obeso, corre el riesgo de sufrir numerosos problemas de salud e incluso de morir si no se toman medidas. Descubre con Hola Mascotas las causas de la obesidad canina y algunos consejos para ayudar a tu mascota a perder peso.
¿Cómo saber si tu perro es obeso?
Existen varias formas de determinar si un perro es obeso. Por ejemplo, si se cansa rápidamente durante los paseos o si su arnés le queda demasiado apretado, estos pueden ser signos de sobrepeso u obesidad. Para confirmarlo, utiliza la evaluación corporal establecida por los veterinarios para perros. Esta evaluación, en una escala del 1 al 5, permite determinar fácilmente si un perro tiene sobrepeso u obesidad observando la forma de su cuerpo.
Coloca tus manos a ambos lados del tórax del perro y palpa con las yemas de los dedos. Si puedes contar fácilmente sus costillas sin presionar, el perro tiene un peso ideal (nota de 3). En cambio, si debes presionar el tórax para sentir las costillas, el perro tiene sobrepeso (nota de 4). Si no es posible sentir las costillas al palpar, el perro es obeso (nota de 5).
Un perro en esta condición generalmente presenta pliegues de grasa en la base de la cola, entre los muslos y en el pecho. Visto de perfil mientras está de pie, su cuerpo es paralelo al suelo en lugar de ser ligeramente ascendente. Dado que esto depende de la raza y la edad del perro, investiga el peso promedio de tu mascota según su raza, tamaño y edad. Luego, pésalo para confirmar si tiene obesidad. Se considera que un perro es obeso si su peso supera en un 15 % el promedio.
¿Cuáles son las causas de la obesidad canina?
Las causas de la obesidad en perros son variadas y pueden ser de origen alimentario, físico o médico.
Alimentación inadecuada y falta de ejercicio
Una dieta demasiado rica en sal, grasas o carbohidratos favorece el aumento de peso en los perros. Si, además, el perro es sedentario y consume demasiadas golosinas, dulces o alimentos muy calóricos, el riesgo de obesidad aumenta. La falta de ejercicio físico no ayuda a reducir la grasa corporal del animal.
Esterilización y predisposición genética
La esterilización es otro factor importante en el sobrepeso o la obesidad, ya que reduce las necesidades energéticas del animal. Un perro esterilizado tiene una disminución del 30 % en sus necesidades energéticas. Por lo tanto, raciones demasiado abundantes para este tipo de perro provocan aumento de peso.
En algunas razas, la causa no es solo la esterilización, sino una predisposición genética. Algunos genes encargados de regular el apetito o la sensación de saciedad están alterados, lo que los convierte en comedores compulsivos. Estas razas, consideradas «de riesgo», incluyen:
- Golden retriever
- Boxer
- Labrador
- Pastor alemán
- Collie
- Pastor de Shetland
- Beagle
- Bulldog inglés
Debido a esta anomalía genética, estas razas tienen mayor predisposición a la obesidad.
Envejecimiento
En algunos casos, la obesidad ocurre con la edad. Al igual que los humanos, los perros ganan peso con más facilidad cuando envejecen. A partir de los 5 años, el riesgo de sobrepeso y obesidad aumenta significativamente. Esto se debe a que, a partir de esa edad, las necesidades calóricas disminuyen y el perro se muestra menos activo.
Enfermedades hormonales y tratamientos médicos
A veces, la obesidad no se debe a una mala alimentación o falta de ejercicio, sino a una enfermedad. Algunas enfermedades hormonales, como el síndrome de Cushing (hipercorticismo), el hipotiroidismo o la diabetes, contribuyen al aumento de peso. Otras afecciones no hormonales, como la artrosis, enfermedades respiratorias e insuficiencia cardiovascular, también pueden limitar el ejercicio y favorecer la obesidad.
Además, ciertos medicamentos, como los corticoides, anticonvulsivos, progestágenos o antiepilépticos, pueden causar hambre excesiva y descontrolada, conocida como polifagia, que contribuye a la obesidad.
¿Cuáles son las consecuencias de la obesidad en la salud de un perro?
La obesidad puede tener graves consecuencias para la salud de un perro, como enfermedades cardiovasculares, pancreatitis y diabetes mellitus. Los perros obesos suelen tener problemas digestivos, articulares y locomotores. El peso excesivo agrava especialmente la artrosis.
Además, el organismo de un perro obeso es más vulnerable a infecciones, y es más propenso a desarrollar tumores, problemas respiratorios y cáncer. La obesidad también reduce la esperanza de vida del animal, acortándola entre 1 y 2 años, dependiendo de la gravedad de la condición.
¿Cómo ayudar a mi perro obeso a perder peso?
Si tu perro es obeso, no es una condena definitiva. La situación puede revertirse si tomas medidas a tiempo. Sigue estos consejos para ayudar a tu perro con sobrepeso a adelgazar en pocos meses.
Limita las golosinas y los dulces
Las golosinas, los dulces y los restos de comida son alimentos demasiado calóricos para un perro. La primera solución para ayudar a tu mascota a perder peso es reducir al máximo el consumo de golosinas y dulces, además de dejar de darle restos de comida. Aunque te mire con ojos tristes mientras estás en la mesa, no cedas.
También es importante moderar la comida industrial para perros, que a menudo contiene muchas grasas saturadas y pocas proteínas. Opta por alimentos con bajo contenido en grasa y menos concentrados. Combina estos alimentos con nuevos hábitos alimenticios: evita dejar comida a libre disposición y ofrece 2 o 3 comidas al día según el ritmo de vida de tu perro.
Consulta a un veterinario lo antes posible
Consultar a un veterinario es fundamental, ya que la obesidad es, ante todo, una enfermedad. Este profesional podrá identificar la causa del sobrepeso de tu perro y determinar el grado de obesidad. Además, te ayudará a elegir los alimentos adecuados y a diseñar un plan de pérdida de peso personalizado para tu mascota.
Por ejemplo, el veterinario puede recomendarte una dieta específica para un perro esterilizado, de una raza predispuesta a la obesidad o con enfermedades hormonales. También tendrá en cuenta la edad, el tamaño y el estado general de salud del perro para prescribir las porciones y recetas que mejor se ajusten a sus necesidades energéticas.
Aumenta la frecuencia de ejercicios o actividades físicas
Los perros necesitan realizar actividad física para quemar calorías. Si no sacas a tu perro con frecuencia para que se mueva, no lo estarás ayudando. Ya sea que vivas en un apartamento o en una casa, en la ciudad o en el campo, lleva a tu perro a pasear al menos 2 o 3 veces al día. Los perros necesitan un mínimo de 30 minutos de caminata o carrera diaria para mantenerse en forma y saludables.
En función de sus capacidades físicas y su edad, también puedes proponerle actividades caninas como:
- Agility
- Canicross
- Dog Dancing (u obediencia rítmica)
- Flyball
- Hoopers
A los perros les motiva más realizar estas actividades si hay una pequeña recompensa. En lugar de golosinas, ofrécele una caricia o un momento de cariño. Así ayudarás a tu mascota a perder peso de forma saludable.