Un arnés para perros es una alternativa interesante o complementaria a la correa y el collar. Este accesorio, que se coloca en la espalda del animal, en el esternón y detrás de las patas delanteras, se conecta a la correa mediante un gancho situado justo debajo de los hombros. El arnés permite al perro moverse con más libertad que con un collar al desplazar el punto de presión de las vértebras cervicales a la cruz.
Sin embargo, si este dispositivo evita que el perro se haga daño tirando del collar, es muy difícil elegir un arnés. En efecto, ante la profusión de modelos, el propietario puede perderse fácilmente. Por ello, es importante conocer algunos parámetros básicos para asegurarte de que tu perro se sentirá cómodo con su arnés. He aquí algunos elementos que te ayudarán a encontrar el accesorio perfecto.
Un arnés que se adapte al tipo de cuerpo de tu perro
Para elegir el arnés adecuado para tu perro, debes tener en cuenta el tamaño y la forma del arnés.
Elección del arnés adecuado
Un arnés que se adapte a un Pastor Alemán será obviamente demasiado grande para un Caniche Toy, y un modelo S será demasiado pequeño para un perro grande. Así que lo primero que hay que tener en cuenta al elegir el arnés adecuado es su tamaño.
Para determinar la talla adecuada para un perro, hay que medir la circunferencia entre el lomo y el vientre, a la altura del pecho. Aunque las tallas de los arneses varían considerablemente de una marca a otra, para una circunferencia que mida entre 40 y 50 cm, por lo general hay que elegir una talla S. La talla M corresponde a una circunferencia entre 50 y 70 cm. Entre 70 y 90 cm, debe elegir una talla L. Más allá, la talla XL es la mejor opción.
Aunque los modelos son estándar, todos los arneses disponen de ajustes para adaptar las correas a las dimensiones del perro.
Elegir un arnés compatible con la estructura ósea del perro
Aunque todos los perros tienen la misma estructura ósea, sus proporciones varían de una raza a otra. Por lo tanto, para que tu perro se sienta cómodo con el arnés, debes seguir unos principios acordes con su morfología. La parte dorsal del arnés se coloca sobre las vértebras torácicas. La parte ventral sujeta el cuerpo a la altura del esternón. En el pecho, la correa debe colocarse bajo el primer esternón.
Es absolutamente imprescindible comprobar que el arnés está bien colocado antes de sacar al perro, ya que este accesorio permite controlar al animal pero, sobre todo, protegerlo en caso de choque. Si el arnés no está bien colocado, el perro podría sufrir lesiones. El animal debe tener total libertad de movimientos, poder mover los hombros, la cabeza y las demás extremidades sin sentirse constreñido.
Un arnés para cada actividad
El arnés ideal para un perro también dependerá de la actividad que vayas a realizar con él. Ya sea un paseo o un deporte, los modelos difieren en función de lo que tengas pensado hacer con tu mascota.
Paseos con correa
Como sujeta al perro mucho más cómodamente que un collar, un arnés es la solución ideal para los paseos cotidianos. Un arnés básico y cómodo es más que suficiente para satisfacer las necesidades de una mascota que pasea por la calle o por un parque junto a su dueño.
Actividades deportivas
Cuando se practica deporte con un perro, el dueño debe llevar un arnés cómodo y fluido que siga todos los movimientos del perro. El arnés no debe estar demasiado apretado ni demasiado suelto para que el perro no lo pierda en mitad de su carrera. Las correas también deben ser lo bastante fuertes para asegurar al perro.
Viajar en coche
Un arnés es una buena alternativa al transportín y la correa durante un viaje en coche. El arnés de coche proporciona una buena protección contra los golpes, evitando los traumatismos cervicales. Algunos arneses se enganchan directamente a los cinturones de seguridad y permiten liberar a la mascota del coche al tiempo que la protegen de movimientos bruscos.
Los distintos arneses para perros
Hay muchos tipos diferentes de arneses para perros, que difieren en marca, forma, material y opciones de ajuste.
Formas de arnés
Existen 4 formas principales de arneses para perros, cada una de las cuales corresponde a un uso concreto.
El arnés en forma de Y o X es el más versátil y cómodo para el perro, ya que los puntos de enganche y tracción pueden ajustarse según la actividad.
La forma en T se recomienda para perros grandes. Este sistema es muy sencillo de poner: el animal pasa la cabeza por la primera correa, que se coloca contra el pecho y la espalda. La correa ventral se sujeta manualmente con un clip. La mayoría de estos modelos están equipados con un asa trasera que proporciona un punto de control adicional. La estructura de estos arneses es perfecta para pasear, pero no para hacer deporte, ya que los hombros del animal no están completamente libres.
El arnés en forma de H o antitirón se recomienda para actividades deportivas intensas, ya que garantiza una gran comodidad para el animal y tiene muchos puntos de protección. Es más difícil de poner que el de forma de T, ya que el animal debe pasar la cabeza y las patas delanteras por las correas. Esto significa que su colocación requiere un poco de práctica.
Por último, existen arneses de cuerpo entero que protegen la espalda, el pecho y el vientre del animal. Estos modelos suelen tener bolsillos, que permiten, por ejemplo, llevar pequeño material durante las sesiones de adiestramiento. Este tipo de arnés también puede utilizarse para ayudar a un perro mayor a subir escaleras o a meterse en su cesta.
Materiales del arnés
Una de las primeras cosas que hay que tener en cuenta al comprar un arnés es la resistencia de las correas y los cierres. Los modelos más básicos están hechos de fibras firmemente entretejidas. Los arneses más sofisticados también pueden estar equipados con acolchado en los puntos de contacto. Esto garantiza un alto nivel de comodidad para el animal. Las correas deben ser lo bastante resistentes para soportar los movimientos del perro, pero también sus dientes. Los modelos tejidos con puntos de ajuste metálicos durarán más. Esto contrasta con las piezas de plástico o cuero, que se deterioran rápidamente o incluso se rompen.
El perro no debe ser alérgico al material del arnés y éste no debe irritarle. Por último, para comodidad del dueño, es aconsejable elegir un arnés que sea fácil de limpiar. Y que se seque rápidamente.
Ajustes del arnés
Es importante elegir un arnés que se adapte al tipo de cuerpo de tu mascota. Sin embargo, estos accesorios se fabrican en tallas estándar. Por lo tanto, es necesario poder ajustar las distintas correas en función del tamaño de tu perro. Para garantizar la comodidad, elige modelos con muchos puntos de ajuste. A ser posible, deben estar en los hombros y los laterales del perro, para poder realizar los ajustes con facilidad. La posición de los puntos de ajuste y sus dimensiones son parámetros importantes. No deben interferir con el perro ni causarle lesiones.
Encontrar el arnés adecuado para tu perro no es fácil. A veces es necesario tener varios arneses. Uno para pasear, otro para hacer deporte y otro para los viajes en coche. Además, cada vez que se utiliza el arnés, las correas deben ajustarse correctamente para no obstaculizar los movimientos del perro. La simetría de los ajustes también debe ser perfecta para evitar desequilibrar al perro en sus movimientos. El arnés no debe colocarse al revés. El arnés no protege bien al perro si se coloca al revés. Por último, las correas no deben girar sobre sí mismas, ya que esto resulta incómodo y podría lesionar al animal.