Los perros son animales de compañía que necesitan ser cuidados y limpiados a diario para garantizar su buena salud. Como propietario, debes ocuparte de lavar a tu perro a diario o a intervalos regulares, alimentarlo adecuadamente e incluso cortarle las uñas cuando sea necesario.
Puedes hacerlo tú mismo si estás equipado con un cortaúñas adecuado y, sobre todo, si te aseguras de hacerlo bien. Veremos en el siguiente artículo cómo cortar las uñas de tu perro.
¿Es necesario cortar las uñas de tu perro?
Muchos propietarios de perros piensan que cortarles las uñas es algo parecido a un maltrato. Pero en realidad, es una forma de mantener a tu perro cómodo.
Un perro necesita que le corten las uñas manualmente cuando está a menudo en casa. Esto es especialmente cierto si la falta de actividad al aire libre impide el desgaste normal de las uñas, lo que hace que éstas crezcan demasiado rápido. Cortarle las uñas también puede ser una cuestión práctica. Cuando sientas que son demasiado afiladas y que causan un daño considerable a tus muebles y ropa de cama.
Por último, esta acción puede realizarse por motivos de salud. Cuando el perro sufre ciertas patologías como la leishmaniosis canina, por ejemplo, que provoca el crecimiento excesivo de las garras. O la artrosis, que impide a tu perro moverse correctamente y frena el desgaste normal de sus uñas.
¿Con qué frecuencia debo cortar las uñas de mi perro?
Las uñas de tu perro deben cortarse en cuanto notes que los dedos de los pies ya no se apoyan normalmente en el suelo o que están torcidos hacia los lados. Además, cuando tu perro se mueve con un sonido «clic-clic», significa que no está utilizando las almohadillas de sus patas, sino sus garras para caminar. Así que es hora de cortarlas.
En general, las uñas del perro deben cortarse una vez al mes. Sin embargo, la frecuencia depende principalmente de la tasa de crecimiento de la garra. Los perros que son muy activos y utilizan mucho las uñas para arañar el suelo o cavar, por ejemplo, no necesitarán que se las recorten a menudo, ya que se desgastan de forma natural. Por otro lado, si tu perro no juega mucho al aire libre, sus garras se utilizan menos y habrá que cortarlas con más frecuencia.
En cualquier caso, asegúrate de comprobar la longitud de las uñas de tu perro una vez a la semana para determinar la mejor frecuencia de corte. Vigila también los espolones aunque no toquen el suelo.
Cómo cortar las uñas de tu perro
Cortar las uñas de su perro por primera vez puede ser difícil, ya que a los perros no les gusta especialmente que les agarren las patas. Será aún más difícil si es grande. Por lo tanto, lo mejor es acostumbrarlo a este acto desde pequeño. Un perro al que se le han cortado las uñas desde que era un cachorro tendrá menos dificultades durante este acto.
También es muy importante equiparse con un cortauñas. Está totalmente prohibido intentar realizar esta operación con un cortauñas, una navaja o cualquier otro equipo inadecuado para evitar cualquier accidente. En este sentido, debes saber que un buen cortauñas es aquel que se adapta al tamaño de tu mascota. Si tienes un perro pequeño, lo ideal es un cortauñas. Si tienes un perro grande, una lima eléctrica es más práctica.
Puedes encontrar este tipo de herramientas en tiendas especializadas donde puedes pedir consejos sobre el mejor cortauñas según las características de tu perro.
Por último, es fundamental desinfectar la zona de corte del cortauñas después de cada uso. Para ello, puedes utilizar una compresa o un trozo de toalla de papel empapada en solución hidroalcohólica. No será necesario limpiar todo el equipo y menos con agua, porque podría oxidarse.
Ten en cuenta que los profesionales también se encargan de lubricar la articulación del cortador de garras. Esto es para mantenerlo y optimizar su vida útil. Si notas que la zona de corte se desafila después de varios usos, puedes afilarla.
La forma correcta de cortar las uñas de tu perro
Para cortar correctamente las uñas de tu perro, es mejor que te ayude una segunda persona. Esta persona le sujetará durante toda la operación. Asegúrate de que te sientes cómodo/A manejando el cortauñas. A continuación, haz que el perro esté cómodo para que se mueva lo menos posible. Puedes sentarlo en una cama, tumbarlo o incluso sostenerlo sobre sus patas traseras.
Por cierto, asegúrate de tener algo de tiempo libre. Sobre todo si se trata de tu primera sesión. Es mejor tomárselo con calma y hacerlo bien que precipitarse y arriesgarse a hacer daño a tu perro.
Al cortar, sujeta la pata de tu mascota con firmeza sin presionar demasiado. Extiende el pelo alrededor de la garra para un mejor acceso. A continuación, localiza la parte viva de la uña, que se reconoce por su color rosa/rojo. Será menos obvio para los perros con una garra negra. Se necesita una buena capacidad de observación.
Con tu recortadora de garras, corta lo más cerca posible de la garra después de haber tenido cuidado de colocar una zona de sección. Otro consejo, para no correr riesgos, es empezar cortando en trozos pequeños. Esto es hasta que consigas la longitud que deseas.
Es importante dejar un trozo de garra a tu perro para evitar que le quede poca garra o incluso hacerle daño.
Por último, durante toda la operación, asegúrate de tranquilizar a tu perro. Puedes acariciarlo después de cada corte de garra. Entonces, no dudes en ofrecerle una golosina al final de la operación. Al hacerlo, estás asociando el acto con un momento agradable. Con el paso del tiempo, se acostumbrará.
¿Qué hacer si le sangra la pata?
No siempre es fácil dominar el gesto la primera vez y rápidamente puede ocurrir un accidente. Lo más común es cortar la garra demasiado corta y cortar la vena que asegura la vascularización. Si la herida es dolorosa, no es muy grave para la salud de tu mascota. Bastará con limpiar la herida rápidamente con una compresa y un poco de agua oxigenada.
Para evitar la infección, puedes incluso envolverlo en un vendaje suelto durante una hora.
Sin embargo, si la hemorragia no se detiene después de ese tiempo o si notas una infección, debes llevar a tu perro al veterinario inmediatamente.
Anatomía de la uña del perro
Al igual que la uña humana, la garra del perro está hecha de queratina, pero las similitudes terminan ahí. De hecho, la forma de la garra, así como su implantación, es diferente a la de los humanos. La garra tiene una parte viva llamada matriz. Se compone de tejidos irrigados e inervados y de una parte inerte compuesta de queratina: es esta última parte la que hay que cortar.
Por lo tanto, es muy importante dirigirse a la parte excedente de la queratina. Has de evitar cortar la parte viva para no herir al perro.
Ten en cuenta que aunque los espolones del perro no toquen el suelo, las garras que hay también crecen. Deben ser cortadas como las demás.