Se sabe que los perros tienen los sentidos muy desarrollados, sobre todo el oído y el olfato. Aunque estos pueden sacarles de muchas situaciones, también provocan muchos miedos exacerbados. Algunos de ellos pueden explicarse por la mala experiencia y otros por la genética o la falta de conciencia. En cualquier caso, he aquí un resumen de los miedos más comunes de los perros.
Mientras que los humanos experimentan una rica gama de emociones que incluyen el miedo y la ansiedad, nuestros fieles compañeros, los perros, también tienen fobias. Una fobia es una reacción de miedo patológica y desproporcionada ante un estímulo que forma parte del entorno habitual. En el caso de los perros, esta afección puede producirse a cualquier edad. Puede ser incapacitante porque les impide salir o incluso comer. También puede hacer que se aíslen o adopten una postura sumisa. Si esta fobia es crónica o está presente durante mucho tiempo, puede ir acompañada de otros síntomas en su mascota. Entre ellas se encuentran los vómitos, la diarrea, las heridas autoinfligidas, la pérdida de peso, etc.
Uno de los miedos más comunes de los perros: las tormentas eléctricas
Uno de los miedos más comunes de los perros es el de las tormentas eléctricas. Hay varias razones por las que las tormentas eléctricas son una fuente de ansiedad para el mejor amigo del hombre. Quizá la razón más común sea el sonido de los truenos. Debido a sus sentidos altamente desarrollados, los perros muestran un comportamiento ansioso incluso antes de que comiencen los truenos. Es normal que se asusten de los truenos. Esto se debe a que su audición amplifica significativamente el sonido percibido. Un trueno les parece increíblemente más fuerte, potente y cercano que a nosotros.
Además de los truenos, los relámpagos, la lluvia en el techo, las caídas de presión atmosférica antes de la tormenta… son factores que provocan ansiedad en los perros. En todos los casos, expresan su miedo gimiendo, escondiéndose, dando la pata, ladrando, corriendo, salivando o incluso orinando en el lugar.
Miedo a los fuegos artificiales
También debido a su hipersensibilidad al ruido, que difiere de una raza a otra, los perros tienen, en la gran mayoría de los casos, fobia a los fuegos artificiales. Si padecen o no acustofobia (miedo al ruido). Esto se debe a que no pueden entender de dónde viene el ruido y qué significa. Aunque hayan crecido en un entorno urbano, los perros siguen teniendo un instinto primitivo. Para ellos, un ruido fuerte significa peligro. En cuanto lo oyen, quieren huir para protegerse.
Además, no tienen la capacidad de asociar el sonido de los fuegos artificiales con una hora. Los humanos sabemos que los petardos o los fuegos artificiales se detienen a una hora determinada, pero el perro no. Para él, los ruidos parecen incesantes e insoportables. Además del ruido, el olor a humo en el aire y los efectos visuales que se producen durante el espectáculo también son fuentes de miedo para los perros.
Miedo a estar solo
La soledad es uno de los miedos más comunes de los perros. Su miedo a estar solo suele estar asociado a la muerte de su antiguo dueño o al hecho de haber sido abandonado en el pasado. Otra causa de la soledad o la ansiedad por separación en los perros es el cambio de horario de su dueño. Por ejemplo, si tu perro está acostumbrado a estar contigo todo el tiempo y tu nuevo horario significa que tienes que irte sin él, puede sufrir ansiedad porque no está acostumbrado a tu ausencia.
Es importante señalar que, en la mayoría de los casos, este tipo de fobia tiene su origen en la genética del animal. Se cree que sólo un puñado de razas están predispuestas a padecerla, entre ellas el Pastor de Shetland, el Border Collie y el Pastor Alemán.
Miedo a las visitas al veterinario
Al igual que nosotros, los perros tienen buena memoria. A menudo registran cosas asociadas a ciertas experiencias, incluidas las visitas al veterinario. El perro asocia estas visitas con momentos negativos porque en la práctica se enfrenta a olores, sensaciones y ruidos inusuales.
Además de todo esto, puede percibir el malestar de sus congéneres a través de su olfato. Así, cuando vuelve, se repiten las mismas sensaciones y, en consecuencia, se pone en estado de estrés.
Miedo a los objetos desconocidos
Ya sea un árbol, una estatua, un juguete, un cojín, una aspiradora, un monopatín, un paraguas… nuestros compañeros pueden comportarse con mucha ansiedad cuando se enfrentan a objetos que no están acostumbrados a ver. La razón es que los perciben como una señal de amenaza. Por lo tanto, tratan de alejarse del peligro lo más posible escondiéndose, o empiezan a ladrar, o meten el rabo entre las piernas.
Miedo a la oscuridad
Los perros pueden tener miedo a la oscuridad porque por la noche los objetos que los rodean les resultan desconocidos y el movimiento y el ruido pueden asustarlos. Al igual que nosotros, no pueden ver tan bien cuando la luz es demasiado tenue. Este miedo a la oscuridad también puede estar asociado a malas experiencias en el pasado o a problemas de salud.
Miedo a otros perros
El miedo a otros perros puede provocar fobia en nuestros compañeros. Este miedo suele darse en cachorros que han sido apartados de sus madres demasiado pronto y que, por desgracia, no han tenido la oportunidad de conocer a sus compañeros. Lo mismo ocurre con los que han tenido una experiencia dolorosa y traumática con otro perro. Como se ha mencionado anteriormente, los perros pueden recordar perfectamente sus experiencias pasadas. Por lo tanto, sólo hace falta una mala interacción para que tengan miedo de otros perros.
Otros miedos comunes de los perros: subirse en un coche
Cuando un perro no quiere subirse a un coche, suele ser porque ha sufrido un traumatismo relacionado con el automóvil (por ejemplo, haber sido atropellado por un vehículo en el pasado), o simplemente no soporta el ruido del motor.
El miedo a viajar en coche también puede explicarse porque el perro nunca ha viajado en coche y no está familiarizado con la experiencia, o porque siente mareos (náuseas, vértigo, etc.), o porque piensa que el coche es siempre sinónimo de visitas al veterinario, etc. Además, el perro puede sentirse perturbado por la falta de control sobre su entorno y su movimiento: el vehículo está en movimiento, el paisaje pasa de largo y él no tiene medios para actuar y comprobarlo todo.
Miedo a las escaleras
Hay varias razones para el miedo a las escaleras, que es muy común en los perros. Una de ellas es la falta de exposición a las escaleras desde una edad temprana. En este caso, las escaleras son vistas por el animal como algo desconocido y, por tanto, como una amenaza potencial. Esta fobia también puede estar relacionada con una experiencia traumática. Tal vez el perro ya se haya caído, o su almohadilla se haya atascado en la madera del suelo, o se haya quedado encerrado en el hueco de una escalera.
¿Cómo reconocer a un perro asustado?
El lenguaje corporal es muy importante para entender si tu perro tiene miedo.
La primera señal está en los oídos. El perro bajará las orejas hacia atrás y posiblemente se acurruque. También puede ocurrir que el perro, por exceso de estrés, se orine o chille. Hay muchos signos de miedo en los perros, así que asegúrate de entender el comportamiento de tu perro y aíslalo si se produce alguna de estas situaciones.