Manx
También conocido como gato de la Isla de Man, el Manx toma su nombre de la isla británica del mismo nombre situada en el mar de Irlanda. El confinamiento en el entorno insular de su hábitat original le ha conferido fuertes características genéticas, que se han convertido en el estándar de la raza. Esto lo convierte en un gato único y original.
El Manx es un gato muy sociable al que le encanta la compañía. No es muy sensible a los cambios en su entorno, lo que facilita su crianza. Les encanta la compañía humana y son muy leales. No es un gato temeroso. Su necesidad de contacto y compañía hace que pueda llevarse bien con otros gatos o incluso con un perro. Juguetón, aprecia la compañía de los niños. Muy expresivo, te hará comprender fácilmente sus necesidades mediante maullidos o actitudes muy explícitas.